El mandatario dijo que esto puede suceder si no se reestructura de la Federación Nacional de Cafeteros y propuso crear la Confederación de Cooperativas Cafeteras de Colombia, como alternativa a la actual Federación. Dejó entrever que la reforma debe incluir una revisión de salarios de directivos del gremio.
El presidente Gustavo Petro lanzó el pasado miércoles 16 de agosto, en Pitalito (Huila), un ultimatum a la dirigencia cafetera del país. El mensaje fue claro: si la Federación Nacional de Cafeteros no se reestructura, su gobierno no renovará en 2026 el contrato de administración de los recursos del Fondo Nacional del Café, que el gremio maneja desde el 22 de noviembre de 1940, es decir, hace 83 años. Es más, la amenaza es de tal magnitud, que incluso podría suspender su vigencia antes del vencimiento, como ya sucedió en 2016 con el Fondo Nacional del Ganado, en el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos, y que luego fue reasignado a Fedegan por el presidente Iván Duque.
Esta amenaza deja en evidencia la intención del presidente Petro de no descansar hasta sacar del cargo al gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, el huilense Germán Bahamón, quien asumió el cargo en el primer trimestre del 2023, sin contar con el visto bueno del mandatario, ya que las normas no establecen que sea necesario el aval del Gobierno de turno.
El anuncio de Petro no solo fue directo y contundente, sino que lo hizo en el Huila, la tierra del gerente de la Federación, quien no asistió al acto realizado en Pitalito, el municipio que no solo es el mayor productor de café de Colombia, sino el líder en cafés especiales.
Mientras Petro le hacía al gremio semejante advertencia, el gerente asistía en Bogotá al Comité Nacional de Cafeteros, el órgano institucional que lo eligió, y en cuyas deliberaciones internas el Gobierno no ha querido intervenir, pues asegura que su interlocutor serán los cafeteros de base.
Ante asociaciones de productores, cooperativas y organizaciones cafeteras y campesinas del departamento del Huila, así como a alcaldes de la región, el jefe de Estado recordó que la Federación Nacional de Cafeteros es una institución privada y agregó que los directivos de la entidad tienen unos salarios muy elevados.
“Si la Federación de Cafeteros no se reestructura de acuerdo a la base cafetera, se acaba el contrato del Fondo Nacional del Café con la Federación”, aseguró Petro en la reunión con los cafeteros del Huila y el sur del país región considerada el nuevo Eje Cafetero de Colombia.
En ese mismo sentido, el mandatario se había referido en junio pasado desde París, a la situación laboral de los pequeños productores del grano en Colombia. “No hay un solo pensionado campesino cafetero. Los entregaron todo, le dieron la riqueza a Colombia, hasta las marcas. Muchos vividores vivieron de ese cafetero y se volvieron riquísimos, pero no hay un campesino que haya sido pensionado”.
“No puede ser así. La representación gremial del mundo cafetero debe ser representativa de lo que hay, campesinos y campesinas y pequeños productores agrarios de Colombia”, dijo el mandatario.
Añadió el mandatario que esta situación “debe resolverse, en primer lugar, reestructurando la Federación de Cafeteros y poniéndola transparentemente como la representación genuina del mundo cafetero actual, con sus problemas y con su realidad”.
El presidente Petro entregó a 10 beneficiarios cartas de crédito para proyectos campesinos en el encuentro realizado en el Coliseo Cubierto de Deportes y Espectáculos de Pitalito.
Subrayó que en Colombia hay 330 mil productores y productoras de café cuyas tierras, que en general son pequeñas, no tienen titulación, y anunció que el Gobierno trabajará para hacerlos propietarios.
“A mí me criticaron que yo iba a expropiar. No. Yo voy es a apropiar, que es diferente; lo contrario”, dijo y añadió: “Nosotros debemos comprometernos a que tengan al final de nuestro gobierno título de propiedad sobre su tierra”.
El nuevo mapa cafetero
El presidente Petro se refirió a la importancia del café en la vida nacional y las instituciones que hubo gracias a la producción cafetera.
No obstante, señaló que “el mundo del café indudablemente ha cambiado por varias razones. Por ejemplo, tiene otra geografía”, ya que antiguamente se hablaba de Zona Cafetera para referirse al Viejo Caldas y parte de Antioquia, y en los últimos años “el café ha ido desplazándose hacia el sur de Colombia”.
Anotó también que el café, que estuvo en el centro de las preocupaciones gubernamentales hasta hace medio siglo, perdió peso en la economía colombiana, ya que se cambió la producción por la extracción.
“El café era la riqueza y Colombia y café se volvieron sinónimos. Eso cambió indudablemente”, sostuvo el mandatario y precisó que fue desplazado por productos legales como el petróleo y el carbón, e ilegales como la cocaína. Por ello comenzó a abrirse paso “la tesis que el mundo del café entonces había que dejarlo en el pasado y que había que abrazar las nuevas rentas que producían tantas decenas de miles de millones de dólares al año”.
La industrialización
El Presidente Petro se refirió también a la industrialización, que calificó como “otro elemento fundamental”.
En ese sentido, afirmó que “no le podemos decir a la banca privada: ‘oiga, por favor, acuérdese de los pobres, haga algo por los pobres, no’ (…) pero sí le podemos exigir a la banca pública que nos queda que haga algo porque estos números cambien, que de 3 (billones de pesos) pasemos a 20 billones, que de 20 pasemos a 40 (billones de pesos). Técnicamente esto se llama hacer una reasignación de los recursos para empoderar la economía popular, cooperativa y solidaria”.
Y planteó que el Banco Agrario se convierta “en el principal aliado de la industrialización cafetera. Entonces, industrialización es el otro compromiso de este gobierno, pero necesita un interlocutor”, dijo y agregó que una Confederación de Cooperativas Cafeteras de Colombia es una alternativa a la Federación (de Cafeteros). “Cualquiera que sea el mecanismo, toca organizarse, y rápido. Y ponernos a trabajar ya”, concluyó.