Los ganadores del premio de Emprendimiento de la Fundación Aurelio Llano Posada, exportan al mercado de EE. UU. y avanzan en plan piloto para vender variedades criollas gigantes, en Suiza.
Los 32 campesinos que hacen parte de la Asociación de Productores de Aguacate del municipio del Jardín (Antioquia), fundada en 2014, no son agricultores comunes y corrientes. De lejos, constituyen un ejemplo de generación de valor agregado y de desarrollo rural. Por eso, acaban de ser premiados por la Fundación Aurelio Llano Posada, en la categoría de emprendimiento.
Joaquín Alberto Tobón Idárraga, presidente de la organización campesina, asegura que la gran diferencia con los productores tradicionales es la implementación de prácticas agrícolas sostenibles, que han permitido que el aguacate que exportan y comercializan en Colombia sea considerado un producto orgánico, es decir, libre de residuos químicos, ya que en los cultivos no se utilizan insecticidas, pesticidas o fungicidas, sino que son desarrollados con abonos orgánicos preparados por los mismos agricultores que hacen parte de la Asociación.
Además, desde este año cuentan con clones de aguacate producidos en sus viveros, en cinco variedades, de las cueles, cuatro se comercializan en el mercado nacional y una (hass), en otros países, especialmente Estados Unidos, desde el 2019. “Estamos avanzando en un plan piloto para incursionar al mercado suizo, con variedades verdes gigantes, que se consumen en Colombia, es decir, distintas al hass”, sostiene Joaquín Alberto Tobón, presidente de la Asociación.
Los campesinos del Jardín producen aguacate papelillo, criollo, colinred, polo y hass, entre otros, pero este último es el único que cuenta con autorización como producto de exportación, por parte del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA).
“El hecho de habernos asociado nos ha generado ventajas como la posibilidad de negociar la compra de materiales para la producción a precios inferiores y llegar a acuerdos de venta del producto en mejores condiciones. De la misma manera, nos permite ganarles las guerras a las plagas y a los enemigos del cultivo, ya que tenemos planes de defensa homologados, de tal manera que las soluciones sean más afectivas”.
El gremio de productores de aguacate de Jardín (Antioquia), que este año recibió en Medellín el Premio de emprendimiento, de la Fundación Aurelio Llano Posada, está abierto a la llegada de más productores, con el fin de fortalecer la oferta y aumentar las presencia en los mercados internacional y local.
Industrializar el aguacate
Según el presidente de la Asociación de Productores de Aguacate del Jardín, la meta para el 2024 es incursionar en la industrialización del producto, para no venderlo solamente en fresco, sino como un alimento procesado, como sucede con el guacamole. “Estamos haciendo esos estudios a ver qué resulta y qué decisión tomamos desde la Asociación, contando con el apoyo de organizaciones como la Fundación Aurelio Llano Posada y otros organismos”.
Según Joaquín Alberto, los cultivadores de aguacate saben que la demanda nacional e internacional está en aumento, y “si logramos modernizar la producción, es posible alcanzar rendimientos importantes, mejorar la calidad de vida de los cultivadores e impactar la nutrición de los colombianos. En este momento hace falta aguacate para abastecer el mercado nacional, debido al incremento del consumo, generado por las cualidades nutricionales y las virtudes como alimento humano”.
Ciclo de producción
El aguacate es un cultivo de tardío rendimiento, es decir de largo plazo. Desde el momento en que se siembra y se recolecta la primera cosecha, pasan alrededor de tres años, pero hay variedades como el hass y el papelillo, que empiezan a producir a los 24 meses de plantadas. La producción se extiende durante 20 o 25 años.
Por lo general, un árbol de aguacate produce dos cosechas al año. Por ejemplo, el aguacate hass da una cosecha grande y una traviesa (menor volumen). Las demás variedades, en su mayoría, producen una cosecha al año y lo que se llama un ‘pepeo o graneo’ intermedio, lo que hace que la oferta disminuya considerablemente durante un periodo, sin que desaparezca 100% del mercado. “Eso depende de la variedad y del clima, es decir, de los niveles de lluvia y sol que se registren durante del año”.
Joaquín Alberto Tobón asegura que en este cultivo hay gran diversidad de variedades. Explica que hay aguacates gigantes, “tamaño familiar”, que pueden pesar entre 2,5 y 3,0 kilos, es decir, que una sola fruta alcanza para 8 o 10 personas, con porciones razonables. Agrega que, en cambio, el aguacate hass es unipersonal. Esa es una de las razones por la que tiene tanta demanda en Estados Unidos, ya que en ese país se maneja el concepto de ‘americano’, que significa que les gusta una cosa para cada uno, sin compartir con los demás.
Mitos del aguacate
La gente dice que al hacer guacamole, la pepa del aguacate debe quedar dentro del puré, para evitar que este se oxide a se ponga negro. “Eso no es cierto”, dice Joaquín Alberto Tobón Idárraga, presidente de la Asociación de Productores de Aguacate del municipio del Jardín (Antioquia), quien coincide con lo señalado por expertos en cocina. Para evitar que el guacamole se oxide, basta con agregarle limón y sal.
También se dice que la maduración del aguacate se acelera envolviéndolo en papel periódico. El dirigente gremial afirma que este no es un mito sino una realidad. Se da porque el aguacate forrado en papel periódico conserva la hormona de la maduración y acelera el proceso.