Cadenas de suministro: pilar para la equidad de género

Colombia ha registrado avances significativos en la equidad de género, sobre todo en la participación de las mujeres en el mundo de los negocios. Estos avances son el resultado de un nuevo consenso en torno al rol de la mujer en la construcción de un país más equitativo. Falta mucho camino por recorrer: aún persisten amplias brechas de las que aún no somos conscientes, como la de la participación de las empresas propiedad o lideradas por mujeres en las cadenas de suministro de las corporaciones más grandes del país. La inclusión y la perspectiva de género en las cadenas de suministro sigue siendo una idea emergente para el grueso de la comunidad empresarial. Ha llegado la hora de consolidarla como una realidad.

El primer paso es medir los impactos en términos de inclusión y equidad de género que tienen las cadenas de suministro de las grandes empresas en Colombia. A nivel global, sólo el 1% del gasto corporativo se destina a empresas de mujeres, según WEConnect International. En Colombia, ni siquiera existe información al respecto. Las empresas grandes se han concentrado principalmente en cerrar brechas de género de manera interna o entre sus clientes, pero pocas han considerado el impacto en sus cadenas de valor. De acuerdo con Girls Who Venture Colombia, las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) propiedad de mujeres enfrentan barreras estructurales para crecer sus negocios, así como para desarrollar capacidades orientadas a responder a los requisitos del mercado, debido al acceso limitado a financiamiento, redes comerciales y tecnología. Además, enfrentan desafíos como sesgos inconscientes en los procesos de negociación y contratación, escasez de tiempo y sobrecarga en el trabajo de cuidado no remunerado, bajo un contexto donde las mujeres contribuyen con el 78,4% de las horas dedicadas al trabajo de cuidado no remunerado al año, según el DANE.

Las grandes empresas deben cuestionarse si sus mecanismos de selección y relacionamiento detentan sesgos inconscientes relacionados al género u otros grupos subrepresentados, y, sobre todo, preguntarse cómo pueden disminuirlos. También es necesario reconocer las brechas que existen, la posición de desventaja de las empresas de mujeres en algunos factores determinantes como el financiamiento, y explorar mecanismos para nivelar la cancha, por lo menos para facilitar una primera entrada, un primer negocio.

Ante esta realidad, la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés), miembro del Grupo Banco Mundial), en alianza con el Gobierno de Noruega y We-Fi, han lanzado Sourcing2Equal Colombia (S2E Colombia), un programa orientado a promover negocios entre PYMES propiedad o lideradas por mujeres y las corporaciones de Colombia. El objetivo del programa es reducir las brechas de género en las cadenas de suministro de las empresas grandes en Colombia a través del acceso de PYMES propiedad o lideradas por mujeres a nuevas oportunidades en compras corporativas. Como resultado de S2E Colombia, 15 corporaciones referentes en el mercado colombiano se han comprometido a revisar sus políticas, procesos y criterios de compra, con base en mejores prácticas, y tomar acciones concretas para promover la participación de empresas de mujeres en sus procesos de compras. Entre los compromisos acordados, destacan: identificar las empresas de mujeres que participan en sus procesos de compras; fortalecer sus capacidades; revisar los procesos y requerimientos de compras para nivelar las oportunidades de las empresas de mujeres con las demás; revisar políticas de pago para agilizar el flujo de caja de proveedores; entre otros.

La duración del programa será de alrededor de 30 meses.

El impacto potencial de trabajar la equidad de género y promover la participación de empresas de mujeres en las cadenas de suministro es enorme. La evidencia demuestra que cuando las mujeres cuentan con las mismas oportunidades económicas que los hombres, las empresas pueden fortalecer su base de suministro y reducir riesgos, asegurar mayor sostenibilidad, fomentar la innovación, mejorar su posicionamiento y aumentar el reconocimiento de su marca, entre otros beneficios

Buscar la equidad no sólo es un imperativo moral, sino que es un buen negocio.

Autora: Carolina Salazar Pardo, Coordinadora Sourcing2Equal Colombia.

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