5 riesgos emergentes que amenazan la estabilidad empresarial en el país

Bogotá, Marzo de 2024. El panorama mundial está atravesando una serie de eventos coyunturales, cambios y avances que están alterando la perspectiva de individuos y empresas frente al riesgo y sus decisiones a corto, mediano y largo plazo. Cesce, compañía aseguradora especializada en los ramos de crédito y cumplimiento, revela cuáles son los riesgos emergentes más significativos que deben ser considerados y evaluados dentro de los modelos de negocio y estrategias empresariales para mantener la estabilidad en los próximos años.

La dinámica mundial está experimentando transformaciones aceleradas impulsadas por factores como el cambio climático, avances tecnológicos disruptivos y tensiones generadas por diversos conflictos políticos y sociales. Según la Encuesta Global de Percepción de Riesgos (GRPS) del Foro Económico Mundial, estos cambios han suscitado preocupaciones compartidas entre numerosas organizaciones, las cuales podrían afectar la estabilidad económica en los próximos años. El 54% de los encuestados anticipa cierta inestabilidad y un moderado riesgo de catástrofes globales, mientras que otro 30% espera condiciones aún más turbulentas.

“Las empresas suelen tener en cuenta ciertos elementos básicos dentro de su plan de gestión para mantener su supervivencia. No obstante, el contexto actual y la aparición de nuevos fenómenos globales y riesgos emergentes demandan una atención mayor, ya que pueden llegar a redefinir radicalmente tanto aspectos económicos como modelos de negocio. Integrar estas posibles amenazas en las estrategias es crucial para mantener la estabilidad operativa, la resiliencia financiera y la reputación empresarial frente a un futuro con nuevos desafíos”, explica Manuel Arévalo, Presidente & CEO de Cesce Colombia.

Algunos de los riesgos emergentes que están cada vez más en la mira de los empresarios incluyen:

  1. Condiciones meteorológicas extremas: el impacto de los fenómenos climáticos es cada vez más preocupante. Sequías, incendios, inundaciones, huracanes, entre otros, están teniendo repercusiones crecientes tanto en la integridad física como en la económica de las empresas. Considerar este factor de riesgo es esencial para prevenir cualquier situación que pueda afectar la estabilidad y continuidad de los negocios, especialmente en zonas e industrias que pueden ser más vulnerables a este tipo de situaciones cada vez más extremas.
  2. Cambios en los ecosistemas y escasez de recursos: PwC estima que el 55% del PIB mundial (58 billones de dólares) depende en mayor o menor medida de los recursos naturales. El rápido declive de los ecosistemas naturales y la escasa respuesta social frente al deterioro de la naturaleza representan preocupaciones significativas para una amplia variedad de procesos productivos y sociales, ya que pueden afectar las cadenas de suministro y las operaciones a mediano y largo plazo. Encontrar alternativas que permitan hacer frente a este riesgo mediante modelos más sostenibles no solo reducirá su impacto negativo, sino que también puede abrir oportunidades para nuevos negocios y aumentar la competitividad.
  3. Impacto de la Inteligencia Artificial: según la Encuesta Mundial de CEOs 2024, aunque la inteligencia artificial puede potenciar y contribuir al desarrollo de muchos negocios, también llega a ser considerada como una amenaza para la estabilidad empresarial. Más del 50% anticipa una mayor difusión de información falsa, y un tercio de los CEOs prevé que la IA generativa aumentará los prejuicios hacia ciertos grupos de empleados o clientes en los próximos 12 meses. Las empresas deben implementar estrategias para gestionar y contrarrestar estos usos negativos de la IA.
  4. Ciberseguridad: De la mano con la innovación y el avance tecnológico, la ciberseguridad se ha convertido en uno de los elementos prioritarios para la gestión del riesgo. Según IBM, los costos pueden llegar desde los 4,45 millones hasta los 5,13 millones de dólares según el tipo de ciberataque. Las organizaciones deben fortalecer sus medidas de seguridad digital para protegerse contra posibles ataques cibernéticos que podrían comprometer la integridad de sus operaciones e información.

“No considerar amenazas como el phishing, el ransomware, el robo de datos, entre muchos otros ciberataques, puede afectar la continuidad de las actividades de un negocio y, evidentemente, tener consecuencias desde reputacionales hasta económicas e incluso afectar la liquidez y el flujo de caja de la empresa”, añade Manuel Arévalo.

  1. Polarización social o política: las tensiones internacionales han aumentado en los últimos años, desencadenando conflictos e incluso guerras que afectan la economía global. Además, las situaciones políticas internas y las problemáticas sociales han intensificado la polarización en países de todo el mundo, siendo esta una preocupación del 46% de los encuestados en la GRPS. Se prevé que los disturbios resultantes podrían provocar protestas violentas, enfrentamientos civiles e incluso actos de terrorismo, aumentando en los próximos años. Esto representa sin duda riesgos para la estabilidad y continuidad de las empresas que operan no solo a nivel local, sino también internacionalmente.