«Como están las cosas, no hay posibilidad de que este año bajen las tarifas del servicio de energía en Colombia. Así lo señaló Sandra Fonseca, presidenta de la Asociación Colombiana de Grandes Consumidores de Energía (Asoenergía). En su opinión, en 2024 se mantendrá la tendencia registrada el año pasado, debido a que la oferta no ha aumentado y, el fenómeno de El Niño empeorará las condiciones para la generación energética. “El problema con El Niño es que sabíamos que iba a llegar, pero no se hizo nada para prevenir sus efectos y su impacto”.
Al intervenir en el podcast Periodistas sin Filtro, la dirigente gremial dijo que las autoridades energéticas no reaccionaron a tiempo en la toma de las medidas tendientes a prever el riesgo de aumento de las tarifas.
Sandra Fonseca dijo que Colombia no está, por ahora, ante un riesgo de apagón, pero advirtió que si no se toman ahora las medidas y se ejecutan las acciones que requiere el sector para mejorar la oferta de energía eléctrica, en cuatro años se vuelve a registrar el fenómeno de El Niño, habrá racionamiento, porque el país no estará en capacidad de generar la energía requerida en ese momento.
Alertó sobre la necesidad de hacer un ajuste inmediato con el objetivo de frenar de manera real el incremento de las tarifas, sin afecta a otros grupos de consumidores. “El problema que sentimos los usuarios es que se diagnostica el tema, pero no se toman las medidas para hacer el ajuste. Se dice, por ejemplo, que se va a actual en el costo del kilovatio en el componente de generación, pero se va a pasar al de restricciones. Esto terminaría generando un mayor incremento para todos. Eso significa que el posible remedio puede salir más dañino que la enfermedad”.
La presidenta de Asoenergía, dijo que la posibilidad de contar con energía nuclear es muy lejana para Colombia, porque el tema no ha sido estudiado suficientemente. En su concepto, esa es una salida viable, pero a largo plazo. “Colombia necesita una matriz energética eficiente y diversa, pera no casarnos con una sola fuente de generación”.
Aseguró que la transición energética requiere de la ejecución de nuevos proyectos, pero en Colombia este tipo de iniciativas se toman muchos años, en comparación con lo que pasa en otros países. “Aquí, una hidroeléctrica se demora 12 o 15 años y un proyecto solar o eólico se toma 6 o 7 años. No hay incentivos para quienes quieren invertir”.
Expresó su confianza en que los inversionistas van a continuar con sus planes. Afirmó que el país no puede esperar a que se presente una crisis para hacer los ajustes.
Planteó que el Gobierno debe tomar las siguientes decisiones: 1) Expansión de generación eficiente, para que traiga los mejores precios, 2) Asegurar la expansión de transmisión para que las empresas de generación se puedan conectar, 3) Es necesario hacer una articulación interinstitucional para trazar un plan que permita superar la coyuntura. “Solo así podemos mejorar la infraestructura de generación, distribución y comercialización de energía en el corto plazo. Me refiero a un periodo de 4 años, mientras nos llega otro fenómeno de El Niño”.