Luego de los daños causados a las instalaciones de la universidad, el bloqueo de vías, los policías, los vigilantes y los estudiantes heridos, el Consejo Superior Universitario cedió ante las exigencias de los manifestantes y dejó sin piso el nombramiento del profesor Ismael Peña. En cambio, designó en el cargo de rector, para el periodo 2024-2027, a Leopoldo Múnera Ruiz, quien había ganado la consulta estudiantil.
Este hecho causó revuelo entre quienes apoyaban el nombramiento de Peña, pues aseguran que el Consejo Superior se hubiera podido ahorrar la alteración del orden en las instalaciones de la universidad y habría evitado la suspensión de las clases correspondientes al primer semestre.
La decisión implica un cambio a las malas, de las reglas de juego para la elección del principal centro de educación superior público colombiano. Es más, este es un precedente crítico para el país, pues eso significa que de aquí en adelante quien quiera que le nombren a quien le gusta, basta con hacer un paro, bloquear vías, agarrarse a golpes con la policía y, si es del caso, causar daños a otras personas, como ocurrió en la U. Nacional con vigilantes, profesores y estudiantes que respaldaban la institucionalidad y, por ende, la designación del profesor Peña.
En este caso, tampoco se tuvo en cuenta la tutela fallada en favor del rector elegido en primer instancia por el Consejo Superior.