Al 2030, energía solar colombiana no supliría la demanda en horas pico

Aunque en los próximos seis años la generación de energía eléctrica aumentará en el país con la entrada en operación de nuevos parques solares y eólicos, será necesario que las fuentes convencionales (hidroeléctricas y térmicas) sigan asistiendo la demanda, e incluso aumenten su desempeño. La simulación de oferta y demanda para ese momento mostró que entre las 10 a. m. y las 2 p. m. el parque renovable abastecería de manera óptima, pero no pasaría lo mismo en la franja entre las 6:00 y 7:00 p. m., ¿por qué?

De acuerdo con las previsiones de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), en 2030 los proyectos de generación de energía renovable –como la solar y la eólica– estarán completamente acoplados a la matriz energética del país.

Antonio Miguel González Dumar, magíster en Ingeniería – Sistemas Energéticos de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín, señala que “el panorama actual frente a esas proyecciones es positivo, tanto que a la fecha (2024) ya han empezado a entrar en funcionamiento varios parques solares como Celsia Solar Yumbo (Valle del Cauca) y Erco Power (Tolima)”.

El tránsito hacia estas nuevas formas de generación es crucial, pues en la actualidad el sector energético es el mayor responsable de las emisiones de gases tóxicos y de efecto invernadero a la atmósfera.

“Pese a su importancia, también debemos estudiar los retos que traerán estos cambios para el sistema eléctrico nacional. La variabilidad de recursos naturales como el sol y el viento puede llevar a que los generadores convencionales (hidráulicos y térmicos) tengan que suplir desfases relacionados, por ejemplo, con disminuciones en la generación y aumentos en la demanda, obligándolos a operar de modos para los cuales no están diseñados”, agrega.

Proyecciones al 2030

El investigador González cuantificó los efectos que tendría la entrada del parque renovable al sistema eléctrico colombiano, y estimó si el parque convencional sería capaz de hacerles frente a esos retos.

“Basándonos en datos históricos y ecuaciones matemáticas, hicimos una simulación a 2030 para saber cuál sería la producción de energía solar y eólica y cuál sería la demanda, con un perfil detallado de 24 horas. Luego hicimos una diferencia o resta entre ellas (oferta-demanda) y empezamos el análisis”.

De este modo, encontró que entre las 6:00 y 7:00 p. m. se presentarían incrementos abruptos en el consumo y una reducción igualmente abrupta en la generación de energía solar, que suele ser más estable que la eólica.

“Esto sería así porque coincide con la llegada de las personas a los hogares, el encendido de luces, ventiladores, aires acondicionados, etc.; además de que llega el atardecer reduciendo la disponibilidad de la luz del sol».

En la franja horaria que va de las 10:00 a. m. a las 2:00 p. m. observó que gran parte de la demanda podría ser abastecida solo por el parque renovable (solar y eólica). “Sin embargo, aunque esto es una buena noticia, hay que tener en cuenta que pueden ocurrir eventos extraordinarios relacionados especialmente con el clima: si se oscurece de repente, por ejemplo, la producción de energía cae”.

Por eso, frente a esto último es importante anotar que aunque la producción vaya a aumentar gracias a la entrada de nuevas fuentes de generación, será necesario mantener en igual o mayor medida recursos en reserva, sobre todo en este horario de la mañana porque la demanda podría saltar de un pico máximo a un pico mínimo y viceversa.

“En condiciones normales, el parque hidroeléctrico puede soportar esas desviaciones. No obstante, durante fenómenos como El Niño sería más complejo. Por eso es necesario invertir en soluciones y alternativas que fortalezcan incluso el parque térmico”.