Al 84% de expertos globales los asusta el 2024

Una perspectiva predominantemente negativa para el mundo en los próximos dos años, prevén alrededor de 1.500 expertos globales. Así lo evidencian los resultados del Informe de Riesgos Globales de 2024, elaborado por Marsh McLennan en colaboración con Zurich Insurance Group. Y como si fuera poco, los consultados creen que el mundo empeorará a lo largo de la próxima década, pues el 92% se muestra pesimista.

En sus respuestas, los involucrados en el estudio hablan de cuatro fuerzas estructurales que configurarán la materialización y la gestión de los riesgos mundiales durante la próxima década.

1-Trayectorias relacionadas con el calentamiento global y sus consecuencias para los sistemas terrestres (cambio climático).

2-Cambios en el tamaño, crecimiento y estructura de las poblaciones de todo el mundo (bifurcación demográfica).

3-Vías de desarrollo de las tecnologías de vanguardia (aceleración tecnológica).

4-Evolución material de la concentración y las fuentes de poder geopolítico (desplazamientos geoestratégicos).

condiciones meteorológicas extremas

Y es que los riesgos ambientales siguen dominando el panorama de riesgos en los marcos temporales. Dos tercios de los encuestados de la GRPS consideran que las condiciones meteorológicas extremas son el principal riesgo con más probabilidades de provocar una crisis material a escala mundial en 2024, con la previsión de que la fase de calentamiento del ciclo de El Niño-Oscilación Austral (ENOS) se intensifique y persista hasta mayo de este año. También se considera el segundo riesgo más grave en el plazo de dos años. Al igual que en la clasificación del año pasado, los riesgos medioambientales dominan los 4 principales riesgos globales por gravedad en un plazo de diez años.

El riesgo global más grave previsto para los próximos dos años son las divisiones sociales y políticas. Con 3.000 millones de personas que acudirán a las urnas en 2024, el uso generalizado de la desinformación y la información errónea, y de las herramientas para difundirlas, puede socavar la legitimidad real y percibida de los gobiernos recién elegidos. Los recientes avances tecnológicos, como la IA generativa, han aumentado el volumen, el alcance y la eficacia de la información falsa. La erosión a largo plazo de los procesos democráticos se ve agravada por disturbios que van desde las protestas violentas y los delitos motivados por el odio hasta los enfrentamientos civiles y el terrorismo.

La polarización social figura entre los tres principales riesgos tanto en el horizonte actual como a dos años vista, y en el puesto 9 a largo plazo.

La crisis del costo de la vida

Esta sigue siendo una de las principales preocupaciones en las perspectivas para 2024. La incertidumbre económica pesará mucho en la mayoría de los mercados, pero el capital será el más costoso para los países más vulnerables. Los países vulnerables al clima o propensos a los conflictos pueden verse cada vez más excluidos de las infraestructuras digitales y físicas, las inversiones comerciales y ecológicas y las oportunidades económicas conexas que tanto necesitan.

Del mismo modo, la convergencia de los avances tecnológicos y la dinámica geopolítica también podría crear un nuevo conjunto de ganadores y perdedores en las economías avanzadas y en desarrollo por igual. Los países y comunidades vulnerables podrían quedar aún más rezagados, aislados digitalmente de los avances turboalimentados de la IA que repercuten en la productividad económica, las finanzas, el clima, la educación y la salud, así como en la creación de empleo.

El desarrollo humano

A largo plazo, su continuidad está en peligro. Las tendencias económicas, medioambientales y tecnológicas podrían afianzar los retos existentes en torno a la movilidad laboral y social, bloqueando a las personas las oportunidades de ingresos y cualificación y, por tanto, la capacidad de mejorar su estatus económico.

Las crecientes tensiones geopolíticas, combinadas con la tecnología, generarán nuevos riesgos para la seguridad. Como producto y motor de la fragilidad de los Estados, el conflicto armado interestatal es un nuevo participante en la clasificación de los principales riesgos en un horizonte de dos años. Se trata de un riesgo aún más preocupante si se considera en el contexto de los recientes avances tecnológicos.

Las divisiones ideológicas y geoeconómicas perturbarán el futuro de la gobernanza. Una división más profunda en la escena internacional entre múltiples polos de poder y entre el Norte y el Sur Globales podría paralizar los mecanismos de gobernanza internacional, erosionar la cooperación y desviar la atención y los recursos de las grandes potencias de los urgentes riesgos mundiales.

La próxima década se caracterizará por una intensa volatilidad, en plena transición hacia cambios geopolíticos, climáticos, demográficos y tecnológicos. La cooperación se verá sometida a presiones. Sin embargo, siguen existiendo oportunidades clave de actuación que pueden adoptarse a escala local o internacional, individualmente o en colaboración, y que pueden reducir significativamente el impacto de los riesgos globales.

Principales riesgos en 2024

Las secuelas de la pandemia de COVID-19 y la actual guerra entre Rusia y Ucrania han dejado al descubierto grietas en las sociedades, que se ven sometidas a nuevas tensiones por episodios de agitación. Sin embargo, el sistema mundial ha demostrado hasta ahora una sorprendente resistencia. El año pasado no se materializó una recesión ampliamente prevista y las turbulencias financieras se atenuaron rápidamente, pero las perspectivas siguen siendo inciertas.

Los participantes en la Encuesta de Percepción de Riesgos Globales eligieron estos riesgos como los principales para 2024:

  • Condiciones meteorológicas extremas (66%)
  • Desinformación e información errónea generadas por IA (53%)
  • Polarización social y/o política (46%)
  • Crisis del costo de la vida (42%)
  • Ciberataques (39%)
  • Desaceleración económica (33%)

Los sistemas debilitados sólo necesitan la más pequeña sacudida para sobrepasar el punto de inflexión de la resiliencia. En el segundo marco temporal cubierto por la encuesta, se pidió a los encuestados que clasificaran el impacto de los riesgos en los próximos dos años. Los resultados sugieren que las vulnerabilidades socioeconómicas corrosivas se verán amplificadas a corto plazo, con la preocupación inminente por una recesión económica, el resurgimiento de riesgos como los conflictos armados interestatales y la rápida evolución de riesgos como la mala información y la desinformación.

Para los próximos dos años (hasta 2026), se considera que los principales riesgos son:

  • Desinformación e información errónea
  • Fenómenos meteorológicos extremos
  • Polarización social
  • Ciberseguridad
  • Conflicto armado interestatal