La cultura empresarial es uno de los mayores desafíos de las organizaciones para ejecutar un plan de transformación tecnológica sostenible en el tiempo, según un análisis de uFlow.
La revolución tecnológica generada con la llegada de la Inteligencia Artificial al sector financiero, sumada al avance que han tenido tecnologías como Big Data o Cloud, promete ser clave en 2024, un año decisivo para la adopción de nuevas tecnologías en este sector, y también para impulsar la transformación dentro de las organizaciones, pero esto, por supuesto no está exento de desafíos.
En Latinoamérica el surgimiento de las fintechs, el Open Banking, la Banca Digital y el aumento de las transacciones por internet ha impulsado que la mayoría de las operaciones financieras se lleven adelante en entornos digitales. En Colombia, por ejemplo, en el 2022 se hicieron 14.367 millones de transacciones en el sistema financiero. De estas, el 73 % se realizó por canales digitales, es decir que hubo una mayor participación frente a la presentada en el 2021 (70,9 %), de acuerdo con el Reporte de Inclusión Financiera 2022.
“Adaptar las organizaciones financieras a una cultura tecnológica es cada vez más crucial y desafiante. No subirse a esta tendencia podría llevar a las empresas a perder oportunidades de mejora en diversos aspectos, que van desde la eficiencia operativa hasta la capacidad de ofrecer herramientas que mejoren la experiencia de sus clientes y brinden respuestas rápidas en cuanto a la aprobación o el rechazo de productos financieros en cuestión de minutos”, destacó Santiago Etchegoyen, experto en tecnologías, CTO y cofounder de uFlow, compañía de tecnología aplicada a la industria financiera.
Bajo este panorama, uFlow enumera los cinco retos para la implementación de nuevas tecnologías en el sector financiero para el 2024:
- Cultura empresarial: uno de los mayores obstáculos en el camino hacia la transformación tecnológica en el sector financiero es la resistencia cultural en muchas organizaciones.
Las empresas se han enfrentado a desafíos significativos al tratar de instaurar una cultura de adopción de tecnología avanzada. En un sector a menudo caracterizado por su tradicionalismo, impulsar esta transformación resulta ser un obstáculo, ya que muchas organizaciones tienden a enfocarse únicamente en la tecnología. Superar esta barrera requerirá un cambio de mentalidad y un liderazgo enfocado en fomentar la innovación y la adaptabilidad.
- Falta de personal calificado: la transformación tecnológica requiere un conjunto de habilidades especializadas que, a menudo, son difíciles de encontrar. Y es que la falta de personal calificado se ha convertido en un reto crítico para las instituciones financieras. La competencia por el talento tecnológico es feroz, y las organizaciones deberán invertir en capacitación y desarrollo de sus talentos para cerrar esta brecha de habilidades.
- Falta de datos e información del mercado: el acceso a datos precisos y al conocimiento del mercado es esencial para tomar decisiones informadas. Las instituciones financieras enfrentan desafíos relacionados con la falta de datos e información del sector. La adquisición y el análisis de datos de alta calidad se vuelven cruciales para la toma de decisiones estratégicas.
Asimismo, tecnologías como la desarrollada por uFlow, que cuenta con un motor de decisiones enfocado en automatizar, agilizar y hacer más eficiente los procesos de evaluación crediticia de las empresas financieras, les permite contar con más herramientas para leer el comportamiento de pago de los clientes.
- Poca centralización en los clientes: en un mundo cada vez más digital, la priorización del servicio al cliente se ha vuelto fundamental. Sin embargo, las instituciones financieras se enfrentan a este gran desafío. Las empresas deben enfocarse en ofrecer una experiencia del cliente excepcional, que incluye respuestas en tiempo real y servicios altamente personalizados.
- Falta de infraestructura técnica: contar con una infraestructura tecnológica sólida es la columna vertebral de la transformación. La falta de infraestructura técnica puede obstaculizar significativamente la implementación de tecnologías avanzadas que sean robustas y escalables.
El 2024 representa una encrucijada para el sector financiero, donde la adopción de tecnologías emergentes debe ir de la mano con la gestión de desafíos críticos. En ese sentido, las decisiones y estrategias tomadas tendrán un impacto duradero en la forma en que operan las instituciones financieras y cómo sirven a una clientela cada vez más exigente en el mundo digital.