Economía: como en pandemia, pero con alta inflación y mayores tasas de interés

La economía colombiana registró una cifra negativa de 0,3% en el tercer trimestre de este año, según el Dane. Este resultado sorprendió a los analistas económicos, quienes no esperaban un dato por debajo de cero.

La cifra confirma no solamente el desplome de la actividad productiva, sino el impacto que ha tenido la guerra contra la inflación, y que ha llevado al Banco de la República mantener altas su tasa de referencia (13,25%), lo que genera un enfriamiento de la actividad productiva nacional.

El PIB colombiano no registraba una caída desde 2020, cuando la pandemia del Covid 19 obligó a Colombia y al mundo a cerrar, por fuerza mayor, buena parte la actividad productiva. Por el contrario, la caída actual se presenta en medio de un panorama menos complejo que el de hace 3 años, porque no hay condiciones extremas que propicien una crisis de esta magnitud. Aún así, el país volvió a caer al terreno negativo, lo que evidencia la fragilidad de la economía colombiana, luego de haber tenido dos años de crecimiento excepcional (2021 y 2022).

En consecuencia, la situación actual de la economía colombiana es, a todas luces, peor que la de la época de la pandemia, porque hace tres años el PIB era negativo, aunque en mayor proporción, pero en ese momento la inflación rondaba apenas el 2% y la tasa de referencia del Banco de la República estaba en 1,75%. Hoy, el PIB vuelve a ser negativo, pero la inflación es de 10,48%, la inflación está en 10,48% y la tasa del Emisor es de 13,25%, lo cual reduce el margen de maniobra de las autoridades económicas. Sin embargo, es necesario reconocer que esta situación obedece, en parte, a un coletazo de la post pandemia.

Los sectores más afectados en el tercer trimestre del 2023 por la pérdida de dinámica, fueron la construcción que cayó 8,0%, incluyendo obras civiles y edificaciones. Tampoco le fue bien a la industria manufacturera, que registró una descenso de 6,2% y el comercio, cuya caída superó el 3%. Lo que más preocupa es que estos sectores son intensivos en generación de puestos de trabajo, y su deterioro puede afectar el empleo que, actualmente es el indicador de mostrar en Colombia, ya que en medio de la desaceleración ha venido bajando. Hoy se encuentra en un dígito (9,3%).

Pese al resultado negativo de la economía colombiana en el tercer trimestre del 2023, aún no se puede hablar de recesión, pues técnicamente, esta situación se configura cuando se registran tres trimestres continuos de crecimiento en rojo. Por ahora, el acumulado del año, hasta septiembre, indica que el PIB nacional ha crecido 1,0% en el 2023.

Impacto parta los consumidores

Pese a que el PIB es una palabra (sigla) extraña para la mayoría de los colombianos, se trata de un indicador, cuyo comportamiento tiene un gran impacto en la situación de los hogares. Cuando la actividad económica se desacelera o cae, las empresas reducen sus ingresos, despiden personal, la gente pierde el empleo, crece la informalidad y las familia enfrentan una situación financiera adversa que impacta la calidad de vida, empezando por el hecho de reducir su acceso a la alimentación, la educación, la salud, el entretenimiento y crece la presión sobre los recursos naturales. Además, aumenta el riesgo de inseguridad y afectación de la salud mental de las personas.

En conclusión, el hecho de que el PIB haya entrado en terreno negativo no es un asunto menor. Si no repunta en el último trimestre, el país queda a las puertas de la recesión, y además del impacto sobre las personas comunes y corrientes, el Gobierno recibirá menos impuestos, lo que a su vez generará mayores dificultades para atender sus compromisos sociales, incluyendo los subsidios a las familias de menores ingresos. Mejor dicho, la crisis económica es el factor que más afecta la calidad de vida de la sociedad.

Peor el remedio que la enfermedad

La situación económica del país es difícil, pero el remedio anunciado por el Gobierno, y el propio presidente Gustavo Petro, puede ser más dañino que la enfermedad.

No está bien que el mandatario plantee como única solución el incumplimiento de la regla fiscal, es decir, la violación de los topes de gasto del Gobierno, y proponer una flexibilización de la misma. El solo anuncio genera un impacto negativo para la economía, porque los inversionistas no solamente tienen en cuenta las oportunidades de negocios, sino la salud fiscal y la estabilidad macroeconómica del país en el que van a invertir. No hay que olvidar que Colombia goza de alta credibilidad en el mercado internacional.

Que el presidente de la República diga que Colombia va a retroceder en el manejo fiscal es al menos, políticamente incorrecto.

Cuál es la solución

En una situación como la actual, lo primero que el Gobierno y las autoridades económicas deben hacer, es mantener la calma, absteniéndose de acudir a mensajes hostiles que lo único que hacen es agrandar el problema.

De la misma manera, es indispensable que el Gobierno convoque al sector privado y a la academia para definir un plan de choque que permita dinamizar la economía y establecer una hoja de ruta con acciones inmediatas, que aunque implique sacrificios, lleve al país a salir de la difícil coyuntura y a revertir la situación antes de que empeore.

No se trata de hablar de diálogo nacional, que ha demostrado ser difícil de concretar, sino de una estrategia coyuntural para atender la ‘emergencia’ y evitar que el país caiga en recesión.