El 2023 no fue un buen año para Colombia, pero hubiera podido ser peor. Sin embargo, todo indica que el cuarto trimestre terminará en rojo, con lo cual se podría confirmar la entrada en recesión técnica por parte de la economía colombiana, ya que el tercer trimestre se ubicó en -0,3%, y el último cuarto del año no dio señales de recuperación..
Las cifras así lo demuestran. El Producto Interno Bruto no crecerá ni siquiera 1% en 2023; la inflación está en 10,15%; la tasa de interés del Banco de la República se ubica en 13%; las exportaciones cayeron alrededor de 15% entre enero y octubre; las importaciones disminuyeron 20,1% en el mismo periodo; la comercialización de vehículos nuevos se desplomaron 30%; la construcción de vivienda cayó más del 50%; las ventas del comercio al por menor decrecieron 7,1%, a octubre y, la producción industrial se contrajo 3,4%.
El único indicador positivo es el desempleo, cuyo último dato, a octubre, fue de 9,2%, lo que indica que en 2023 se consolidó una tasa de desocupación de un dígito, nivel que no se registraba durante 5 meses consecutivos, desde hacía más de 5 años.
Aunque la lista de cifras negativas es larga, esta situación se veía venir, pues el país entró en 2023 en una etapa de aterrizaje forzoso, como sucedió en todo el mundo, luego de dos años de recuperación en los que las cifras rompieron récords, debido a que estaban precedidas de la crisis generada por la pandemia del Covid 19.
Este panorama se registra en el actual Gobierno, pero es justo señalar que la tendencia decreciente venía desde la administración anterior, el PIB del 2021 creció 10,6%, mientras que un año después se ubicó en 7,5%, en tanto que en 2023 se estima en 1%. Tampoco es incorrecto señalar que la incertidumbre propiciada por el nuevo Gobierno, ha tenido este año un efecto adverso frente a la posibilidad de la recuperación, que incluso podría extenderse hasta mediados del 2024.