Bogotá, 8 de diciembre de 2024. Ante los desafíos del sector energético, Colombia se enfrenta a la necesidad urgente de diversificar sus fuentes de energía. En este contexto, Aggreko, empresa experta en soluciones de energía modular y temporal, resalta la importancia de energías renovables como la solar y la eólica para impulsar la transición energética y garantizar un suministro más estable y sostenible. Asimismo, promueve una matriz energética mixta que integre diversas fuentes mediante tecnologías avanzadas, accesibles de manera ágil y eficiente para las empresas.
La transición energética ha tomado un papel protagónico en todo el mundo. Según la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA), la capacidad fotovoltaica ha crecido significativamente, pasando de 40 GW en 2010 a 580 GW en 2019, un logro impulsado por la innovación tecnológica que ha hecho a las energías renovables no solo más accesibles, sino también más competitivas frente a los combustibles fósiles.
En Colombia, esta tendencia también está tomando fuerza. El Informe de Transición Energética de Aggreko 2024 revela que el 83% de los encuestados considera que la energía solar tiene un papel fundamental en la transición energética del país, mientras que un 86% subraya la importancia de la energía eólica. Estas fuentes emergen como alternativas viables ante la crisis de suministro de gas, ofreciendo estabilidad, sostenibilidad y nuevas oportunidades de inversión siempre y cuando se puedan complementar con otras fuentes convencionales de energía.
Estas soluciones de generación de energía atienden la demanda a corto plazo, hasta las soluciones a más largo plazo diversificando con diferentes combustibles como lo son diésel, Generadores a gas (GNC, GNL, GLP), Generadores a biogás o gas de vertedero, HVO (aceite vegetal hidráulico), almacenamiento con baterías y fuentes renovables como lo son solares y eólicos.
“Tenemos la meta de ser carbono neutral para 2035, lo que implica una mejora e inversión en equipos de generación más eficientes y nuestros clientes están empezando a migrar hacia una transición energética más estructurada”, explica Álvaro López, gerente de desarrollo de negocio de Aggreko.
La transición energética vista desde la academia y la industria
Recientemente, Colombia fue escenario del primer Congreso Energía y Transición Energética, organizado por la Universidad de los Andes, donde representantes de la academia, la industria y el gobierno discutieron el futuro energético del país. La decana de la Facultad de Ingeniería, Rubby Casallas, destacó que Colombia tiene un potencial enorme para liderar la transición energética mundial. «Contamos con importantes recursos eólicos, fotovoltaicos y geotérmicos, además de ser altamente competitivos en la producción de hidrógeno verde, una oportunidad clave en el futuro energético del país», afirmó Casallas.
Sin embargo, la decana subrayó que esta transformación no se limitará a ampliar las fuentes renovables. Requiere un cambio de paradigma, donde la descentralización, la digitalización y la participación activa de los usuarios frente al cambio climático sean esenciales para el éxito de la transición.
Esta conclusión se acompaña de cifras de industria. Según la Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME) y SER Colombia, el país ha superado recientemente 1 GW de capacidad instalada en energía solar. Además, en abril de 2024, el ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, anunció que se alcanzaron 1.8 GW en operación con proyectos ya activos, un hito importante en la diversificación de la matriz energética nacional.
El papel de las empresas en la transición energética
Las empresas también están asumiendo un papel crucial en la transición energética. El Informe de Aggreko destaca que para el 39% de las empresas en Colombia, la transición hacia fuentes de energía sostenibles es su principal prioridad. Además, el 71% de los encuestados considera que esta transición no solo es una responsabilidad ambiental, sino también una oportunidad de crecimiento y desarrollo empresarial.
La transición energética no es solo una respuesta a la escasez de gas y los problemas de suministro de energía que enfrenta Colombia, sino una oportunidad para transformar el sector energético y fomentar la sostenibilidad a largo plazo. Energías como la solar y la eólica, junto con soluciones innovadoras impulsadas por empresas y gobiernos, serán clave para garantizar un futuro más seguro, estable y respetuoso con el medio ambiente.