Impuestos y hábitos de consumo sacuden al sector de alimentos y bebidas

Las demandas y los cambios en el comportamiento de los consumidores, le exige a la industria tener mayor trazabilidad e información sobre los productos que ponen en el mercado. 

Colombia de 2023. – En los últimos años la industria de bebidas y alimentos ha tenido que hacerle frente a diversos cambios y prepararse para cualquier evento inesperado. Un ejemplo claro de la nueva mirada del mercado hacia la calidad de los alimentos, es el  impuesto saludable, que recientemente inició a regir en Colombia, con el cual, se gravan las bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados. Productos que inicialmente han tenido un aumento del 10%, pero para el 2024 será del 15%. Esta medida ha sido una de las más ambiciosas en Latinoamérica para promover la salud pública.

Ahora bien, esta industria representa el 3% del PIB del país y según el informe de la Superintendencia de Sociedades, facturó 87,7 billones de pesos el año pasado. Así que, las empresas que buscan tener éxito deberán, además de aceptar el cambio, invertir en formas innovadoras de pensar y hacer negocios de vanguardia, además de asumir los riesgos, y entender los nuevos hábitos de los consumidores.

James Barroso, director de go-to-market para América Latina de Infor, asegura que, “en la dinámica evolución de la industria alimentaria, la clave del éxito radica en la capacidad de las empresas para abrazar y adaptarse al constante cambio. Aquellas que se resisten a la transformación corren el riesgo de quedar obsoletas, mientras que las que abrazan la innovación prosperan, ofreciendo no solo productos, sino experiencias que resuenan con las demandas de los consumidores”. 

Teniendo en cuenta el panorama del sector en el país, Infor, experta en software empresarial en la nube, presenta algunas tendencias importantes a tener en cuenta en el 2024: 

  1. La tecnología no es el punto de partida: si se invierte en un nuevo software empresarial, debe ser moderno, continuo, seguro y escalable para respaldar la agilidad empresarial. Pero es importante recordar que el negocio está impulsando el cambio, no la tecnología. El negocio tendrá que ser el punto de partida, reconocer dónde se puede tener el mayor impacto y resolver los desafíos comerciales reales a través de la tecnología. 
  1. El éxito está en los datos y los resultados: las organizaciones de alimentos y bebidas necesitan una base tecnológica moderna que ayude a que el negocio sea ágil y eficiente, tanto en la fabricación como en el desarrollo y la introducción de nuevos productos. Encontrar una plataforma que brinde la capacidad de procesar y beneficiarse de sus datos. Con la plataforma adecuada, las empresas pueden utilizar la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático (ML) para reducir costes e impulsar la eficiencia.  Todas las empresas buscan visibilidad de las operaciones y el rendimiento financiero, además de información detallada sobre el márgen de los productos. No se puede mejorar lo que no se ve.   
  1. Trazabilidad y transparencia para los consumidores: esta demanda continuará mejorando la seguridad alimentaria al tiempo que mantendrá a los consumidores mejor informados sobre lo que están comiendo, cómo se produce y de dónde proviene. Según un informe de Nielsen, “casi al 69% de los compradores les gustaría contar con mayor información sobre los productos que compran”. 
  1. Potenciar la automatización: la pandemia aceleró la escasez de trabajadores y está claro que la tendencia continuará. La fuerza laboral, tal como era, no está regresando. Al menos no en el corto plazo. Las empresas continuarán el movimiento hacia la automatización, dentro de la fabricación y el embalaje, no sólo en el taller.  
  1. Enfoque en la sostenibilidad: seguirá siendo impulsado por una mayor conciencia del consumidor, certificaciones y nuevas regulaciones e informes. Las empresas con un sólido perfil de sostenibilidad también podrían beneficiarse financieramente al evitar impuestos adicionales. Esto los hará más atractivos para los inversores que buscan organizaciones que sean ecológicas y estén preparadas para el éxito en el futuro. Además, el cambio climático afectará a los cultivos y al suministro. 

En 2024, el cambio es inevitable para la industria de alimentos y bebidas. Las empresas deben ser más ágiles, ya que los desafíos relacionados con la mano de obra, el cambio climático, y la interrupción de la cadena de suministro afectarán las operaciones, y en última instancia, los resultados. El éxito en la industria dependerá de la rapidez con la que las empresas puedan adaptarse a las cambiantes demandas de los consumidores, mientras utilizan la última tecnología para seguir siendo competitivas.