14 meses después de haber votado por el cambio, los colombianos le pidieron a la dirigencia política un nuevo orden en la transformación económica y social del país. Cambio sí, pero no así.
Hacer más y prometer menos; recuperar la seguridad sin salario para los delincuentes; garantizar la libre empresa; destrabar la obras estancadas; volver al orden y respeto a la autoridad; promover el diálogo sin la imposición; proteger el medio ambiente sin frenar el desarrollo, y recuperar el país desde las regiones, fue el camino señalado por los colombianos en las urnas, al cierre de las elecciones para alcaldes, gobernadores y concejales.
Ese fue el mensaje enviado por los ciudadanos a la dirigencia política nacional. En concordancia con los alcaldes y los gobernadores escogidos este domingo a través del voto popular, la gente quiere seriedad en el manejo económico, mensajes que propicien la inversión privada, atención real a las problemas sociales, reducción de la pobreza, reformas sostenibles acordes con las necesidades de los ciudadanos y freno total a la corrupción.
Los triunfos de los candidatos de partidos distintos a los que respaldan al Gobierno evidencian un nuevo mapa político que genera confianza en el sector privado y reactiva la esperanza de que el país, con justicia social. El rumbo es claro: Acuerdo nacional por consenso y sin imposiciones.
Los nuevos alcaldes de las cinco ciudades más importantes de Colombia, Bogotá, Carlos Fernando Galán; de Medellín, Federico Gutiérrez; de Barranquilla, Alejandro Char; de Cali, Alejandro Éder, y de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, son una muestra contundente del sacudón que los ciudadanos quieren en sus ciudades, y el reacomodo de las cargas frente a los planes del presidente Gustavo Petro, quien ahora deberá barajar de nuevo, para responder a las demandas de los ciudadanos.
Lo anterior significa que el país entra en una fase obligada de diálogo y busca de consenso, para avanzar en las reformas propuestas por el Presidente Petro, en salud, laboral y pensiones, al igual que en educación y muchos otros sectores.
La señal expresada en las urnas es clara: el país quiere gerencia, legalidad, justicia, respeto, seguridad, empleo, oportunidades, sostenibilidad y bienestar social.