Presupuesto 2024: ocho claves para la estabilidad empresarial

Hacer un presupuesto facilita la identificación de tendencias y proporciona una visión financiera de las empresas, sobre todo considerando las situaciones fluctuantes a las que se enfrenta el país.

Bogotá, 17 de octubre de 2023.- Las empresas se alistan para enfrentar el año 2024 con resiliencia y visión estratégica. La planificación financiera es esencial para navegar en las adversidades económicas y lograr los objetivos planteados. Cesce, compañía aseguradora especializada en las áreas de crédito y cumplimiento, ofrece información valiosa sobre los elementos clave para elaborar un presupuesto sólido en cualquier tipo de negocio.

Realizar un presupuesto es de gran importancia, ya que facilita la identificación de tendencias y proporciona una visión financiera completa de la empresa, sobre todo considerando las situaciones fluctuantes a las que se enfrenta el país. Este panorama se describe en el informe del Banco de la República, el cual proyecta un crecimiento económico modesto del 0,9 % para el año 2023 y un aumento del 1% para el año 2024.

Según Manuel Arévalo, Presidente & CEO de Cesce Colombia, “la inflación está generando un alto grado de incertidumbre. Los factores de riesgo más destacados provienen de la alta volatilidad que rodea el comportamiento de las tasas de cambio, la velocidad de ajuste en el gasto de los hogares, gobiernos y empresas, así como las decisiones que se tomen en relación con el precio de los combustibles y la energía, además de la situación político-económica”.

La elaboración de un presupuesto está enfocada en coordinar, evaluar y controlar los planes de acción necesarios para alcanzar las metas definidas en la planificación estratégica. Esto implica realizar estimaciones precisas de ingresos y gastos, asignar responsabilidades, alinear los recursos disponibles y asumir las medidas preventivas necesarias. Cesce comparte cuáles son los elementos clave que toda empresa debe tener en consideración:

  1. Recopilación de información: su formalización proporciona información fundamental para la gestión, tanto a nivel general del negocio como en cada una de las áreas de la compañía.
  2. Planificación de actividades: debe basarse en una planificación detallada de actividades en la que se definan los objetivos y los recursos necesarios para su implementación. “La elaboración anticipada del presupuesto anual permite tomar decisiones estratégicas, como determinar el nivel de producción, planificar inversiones en infraestructura, incluir un cronograma o planeador que permita darle seguimiento a las actividades y evaluar la necesidad de contratar personal”, comenta Arévalo.
  3. Participación de todas las áreas: desde cada área de la empresa se puede contribuir al presupuesto general generando una planeación interna, revisando gastos, costos y demás obligaciones del año anterior, así como proyecciones y estrategias que se alinean a las de la compañía. De esta manera el trabajo en equipo de cada área permite tener una visión mucho más completa y organizar mejor los recursos para el próximo año.
  4. Definición de metas por cada área: el presupuesto concreta los objetivos para cada área, facilitando su seguimiento durante el período definido.
  5. Herramientas de motivación y seguimiento: su formulación permite una planificación efectiva de los planes y la implementación de incentivos para los responsables.
  6. Control: uno de los elementos derivados de la gestión del presupuesto es la posibilidad de establecer el control sobre las actividades más importantes de la compañía, facilitando la toma de decisiones ante desviaciones de objetivos o problemas financieros.
  7. Proteger el flujo de caja: incluir dentro de los presupuestos herramientas como el seguro de crédito, es una estrategia indispensable en contextos de incertidumbre. De esta manera es posible respaldar la liquidez y el flujo de caja de las empresas de cara a los retos del próximo año.
  8. Evaluar factores externos: en los presupuestos no se deben considerar únicamente factores internos, como datos financieros, metas para la ejecución de proyectos, etc., sino que es crucial tener en cuenta factores externos a la empresa que puedan impactar sus actividades, como las condiciones del mercado, la situación política y económica del país, y asuntos internacionales que puedan afectar el desarrollo y la actividad empresarial. Así, es posible prever escenarios favorables o adversos y destinar recursos para mitigar cualquier situación de incertidumbre.