Autonomía y autorregulación profesional y formación son las principales preocupaciones.
Bogotá, 19 de sep. del 2023. La Asociación Colombiana de Sociedades Científicas – ACSC- que agrupa a 69 especialidades de la medicina, advierte que de aprobarse en el Congreso el articulado del proyecto de reforma a la salud, tal y como está, el Talento Humano en Salud continuará con el mismo riesgo de subcontratación, tercerización indebida, demora en el pago, remuneraciones injustas y condiciones pocos dignas, entre otros aspectos.
“Seguimos siendo los últimos en la cadena, pero los que sostenemos el sistema.”, puntualizó la presidente de la ACSC, Dora Bernal, tras recordar que el proyecto original planteaba la estructuración de un régimen laboral especial para el Talento Humano en Salud (THS), iniciativa que fue eliminada a lo largo de los debates realizados.
“Hemos estado excluidos en la elaboración de los proyectos, solo hemos sido invitados a foros para saber nuestra postura, pero nuestros aportes en su mayoría no han sido tenidos en cuenta. La relación entre el talento humano y el usuario de los servicios debe ser un encuentro, un diálogo entre voluntades libres, con un mismo objetivo, no una relación meramente técnica y reparadora.”
La Ley Estatutaria 1715 del 2015, por medio de la cual se regula el derecho fundamental de la salud, en el artículo 18 reconoce la protección de los derechos del talento humano. Sin embargo, puntualizó la líder gremial, esta norma no se ha desarrollado, razón por la cual se debe hacer un seguimiento a la evolución normativa.
La ACSC, en reuniones de trabajo con otras agremiaciones del sector, elaboró en mayo del 2021 un documento denominado ‘Propuesta de Política Gremial sobre el Desarrollo Integral del Talento Humano en Salud’, que contiene recomendaciones para ser tenidas en cuenta por los legisladores a la hora de tomar decisiones.
Propuestas claves de la ‘Política Gremial sobre el Desarrollo Integral del talento humano de la salud’:
• Establecer un régimen o estatuto de trabajo que garantice la dignificación y cualificación de los empleos y condiciones laborales necesarias que estimulen la excelencia en la prestación de los servicios.
• Contar con contratos individuales y colectivos para el personal que prestará los servicios de salud, que se equiparen mínimamente con los requisitos y prerrogativas expresadas en el Código Sustantivo del Trabajo o en las normas que rigen el servicio público.
• Para algunas profesiones, especialidades y supra especialidades minoritarias, dada sus condiciones especiales de trabajo, se deberá continuar la contratación a través de la ordenes de prestación de servicios, siempre ajustadas a los casos en que la normativa vigente lo permita.
• Considerar la contratación de personal de salud a través de las redes establecidas como entidades jurídicas con salarios y remuneraciones justos, oportunos y diferenciados.
• Desarrollar estímulos laborales que contemplen remuneraciones diferenciadas acordes con el grado de capacitación, actualización, adquisición de nuevas habilidades y de nuevas competencias, adquiridas durante el ejercicio en la vida laboral en pro de la excelencia en el ejercicio.
• Establecer condiciones de trabajo que contemplen la prevención y protección contra la violencia y las agresiones a la misión médica y al talento humano en ejercicio.
• Garantizar un pago oportuno, intereses de mora y habilitación de las entidades contratantes.
• Realizar una distribución justa de la educación para la necesaria formación de los trabajadores de salud.
• La política de suficiencia y calidad del THS con una adecuada distribución, debe estar atada y armonizada a la política de conformación y desarrollo de las redes de atención en los territorios, desde el nivel primario, hasta los servicios más especializados, y no sólo para contar con el personal que sea necesario, sino también para abrir las puertas del sistema a los aspirantes nativos de las regiones que anhelen educarse para servir al cuidado de la salud de los suyos.
• Corregir gradualmente las desigualdades entre la educación pública y la privada en salud, y garantizar la oportunidad de todos los jóvenes que deseen servir al sistema.
• Impulsar el desarrollo profesional permanente (formación durante el ejercicio profesional), para actualizar conocimientos, adquirir nuevas habilidades y competencias en nuevas tecnologías, entendido como su derecho y a la vez la obligación de capacitarse.
• Reestructurar los artículos que tratan de autonomía y autorregulación, iniciando por la definición de estos términos ya que el proyecto no los define y, luego definir cómo se podrán ejercer y los mecanismos requeridos para que puedan ser una realidad. Esto debe ir encadenado con el modelo de sistema que se plantea, articulado con la Atención Primaria en Salud como eje del modelo, y con las redes integrales e integradas como puente en la prestación de servicio.
• Crear comités de autorregulación de las Redes Integrales del Servicios de Salud (RISS) cuya principal función será garantizar la autonomía profesional, y que estén integrados por pares de cada red. Poner como garantes de esos comités a las sociedades científicas y a los colegios profesionales.
• Establecer un examen único nacional para el ingreso a la formación de especialistas profesionales en salud, con el fin de garantizar la equidad y el ingreso de los mejores médicos y profesionales generales de la salud a los programas de formación de especialistas.
• Definir estándares mínimos del personal de salud indispensables, por servicio, institución y territorio para la planeación de la cantidad de profesionales formados, que incluya médicos generales y especialistas, técnicos, tecnólogos y trabajadores de base que se requieran.