PIB negativo de industria y agro dificultan lucha contra la inflación

La cifra revelada recientemente por el Dane sobre la caída de la producción industrial y del sector agropecuario en el segundo trimestre, es una pésima señal de lo que está pasando en la economía colombiana.

El país está al borde de la recesión y la situación podría empeorar. La oferta de productos de los dos sectores que más pesan en el abastecimiento de la demanda básica de los consumidores está en descenso, y eso impedirá que las medidas contra la inflación tengan el efecto esperado. La razón: si los industriales y los campesinos frenan la producción como sucedió entre abril y junio de este año, según el Dane, habrá menos oferta de los artículos básicos que compran los hogares y tampoco habrá alimentos suficientes. Esto hará que los precios no bajen rápidamente y la inflación se mantenga en niveles superiores al 11%, como sucede actualmente, cuando el dato de los últimos 12 meses se encuentra en 11,7%.

Los anterior significa que la economía colombiana está cayendo en el fenómeno de la estanflación, que técnicamente se conoce como estancamiento con inflación, es decir, bajo crecimiento y alta inflación. Lo normal es que si la economía no crece, los precios tampoco, porque se supone que las medidas adoptadas por el Banco de la República buscan contener el gasto de los hogares, para presionar los precios a la baja.

Aunque algo así está sucediendo, la realidad es que las bajas de precios se están registrando especialmente en algunos alimentos, debido a la salida de las cosechas. Sin embargo, el crecimiento negativo de 1,4% en la agricultura en el segundo trimestre, es una muestra de que los volúmenes de producción serán inferiores este año, lo que indica que en lo que resta del 2023, podría haber un frenazo en el leve descenso de los precios de los alimentos.

A esto se suman el incremento en los precios de la gasolina y el ajuste pendiente del acpm, que el Gobierno debe hacer para tapar el hueco dejado por los subsidios otorgados por las anteriores administraciones, lo que obliga al Ministerio de Hacienda a apagar el fuego con candela, es decir, a frenar la inflación aumentando los precios de los combustibles, que tienen un alto impacto en el costo de vida.

El panorama no pinta nada bien, y aunque el empleo sigue cayendo, las expectativas no son favorables para la generación de nuevos puestos de trabajo en el último tercio del año, en la industria y en el campo y, adicionalmente, todo indica que los precios de los productos de la canasta familiar se nivelarán por lo alto.

Deja una respuesta