Wilmar Moreno López, magíster en Ingeniería Eléctrica de la Universidad Nacional de Colombia, Sede Bogotá, evaluó la viabilidad técnica y económica de emplear soluciones solares fotovoltaicas en la isla.
Si el sistema actual de suministro de energía en la isla de San Andrés se sustituye en un 30 % con energía solar fotovoltaica, la ciudad obtendría un ahorro considerable al año. Además, se dejarían de emitir 32.559 toneladas anuales de CO2 a la atmósfera, una cifra relevante si se tiene en cuenta que este es uno de los principales gases de efecto invernadero que provocan el calentamiento global.
Para estimar su propuesta, el profesor Moreno analizó los problemas técnicos, ambientales y económicos del actual esquema de generación de electricidad en la Isla, uno de los cuales está relacionado con el transporte, pues el diésel que utiliza San Andrés proviene del puerto de Cartagena (Bolívar), es decir que se mueve por vía marítima, lo que aumenta el costo final de la energía.
Esta es una de las razones por la que el costo unitario del kilovatio en las ZNI es superior frente a las zonas del país conectadas al sistema eléctrico. En San Andrés, el precio real del kilovatio (kWh) supera los 1.000 pesos, mientras en Bogotá, por ejemplo, cuesta 798,50 pesos para el estrato 3.
“Este valor resulta impagable para el usuario final, por lo que el Estado colombiano debe subsidiar hasta el 60 % para todos los usuarios del sistema eléctrico. Para tener una referencia, entre 2012 y 2016 se desembolsaron alrededor de $300.000 millones por este concepto al Departamento de San Andrés, Providencia y Santa Catalina”.
“Si en la Isla se implementara un modelo que diversifique la matriz energética con energía solar fotovoltaica, se generarían al año 51.000 kWh de una fuente renovable, lo que repercutiría en un ahorro de $37.000 millones al año en subsidios para San Andrés”, asegura el magíster. También abriría espacio para que la Isla participe en el mercado de los bonos de carbón, ya que reducir una tonelada de CO2 puede ser redimido en un bono de carbón, que para 2021 costaba $17.660.
Paso a paso de la solución
El investigador explica que “el valor correspondiente de reemplazar el 30 % de la generación de diésel por energía solar es un dato que responde al límite técnico, un concepto que permitiría la transición sin afectar la calidad del servicio para el usuario final. Es decir, por cada 1.000 kWh que se generen con diésel se podrían reemplazar 300 con energía eléctrica proveniente de energía solar fotovoltaica”.
Para llegar a ese dato y a los ahorros el magíster utilizó tres herramientas computacionales que le permitieron analizar cómo se comportaría la red eléctrica al introducir un sistema de energía renovable. Estas herramientas de simulación permiten que, bajo la aplicación de modelos eléctricos y matemáticos, se pueda obtener la propuesta de solución óptima a partir de variables técnicas y económicas que tienen en cuenta las realidades del territorio
En la actualidad, el suministro de energía en San Andrés proviene de combustibles fósiles. Sin embargo, si el 30 % de la forma de generar electricidad hoy se sustituye por energía solar, la Isla ahorraría hasta 60.000 millones de pesos al año y se reducirían alrededor de 32.000 toneladas de emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, una apuesta necesaria en medio de la crisis climática que afecta el planeta.