Asoleche, el gremio que representa a las principales industrias procesadoras de leche y sus derivados, no les quiere dar más «pasto» a los problemas del sector. La meta es lograr la sostenibilidad integral de la cadena láctea.
Asoleche está trabajando proactivamente con diversas instituciones gubernamentales, encabezadas por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, así como con instituciones de los gobiernos regionales. Además, ha sostenido conversaciones con representantes del legislativo para abordar la crisis, analizar sus causas y proponer acciones concretas que permitan superarla.
Los frentes de trabajo son diversos. Con el Ministerio de Agricultura avanza en el fortalecimiento de la presencia de productos lácteos en las compras públicas de alimentos, con el objetivo de aumentar la demanda de leche y sus derivados, y mejorar la nutrición de la población beneficiaria.
Así mismo, Asoleche está impulsando un proyecto de compra de excedentes del alimento de pequeñas agremiaciones de productores, para ser maquiladas por la industria y luego dirigirse a planes de alimentación como los mencionados. También, con el objetivo de reactivar el consumo de lácteos, se está avanzando en una propuesta de campaña nacional de promoción al consumo que destaque las bondades nutricionales de los productos lácteos, subrayando la importancia de una dieta equilibrada y saludable. Actualmente, un colombiano consume en promedio 144 litros de leche al año, mientras que la Organización Mundial de la Salud recomienda un consumo de 177 litros anuales.
Ana María Gómez, presidente ejecutiva de Asoleche, señaló que el análisis de la crisis del sector debe abordarse desde dos ópticas: la primera es entender las particularidades de la producción de leche en Colombia que está condicionada mayormente al clima, siendo cíclica y estacional, con periodos de baja y alta producción. «Es esencial que todos los actores de la cadena entendamos integralmente la cadena y que nos enfoquemos en soluciones de mediano y largo plazo que nos permitan afrontar adecuadamente estos picos productivos y se suavicen los efectos de las famosas enlechadas y las sequías», afirmó Gómez.
Además, Gómez mencionó una propuesta en colaboración con el Ministerio de Agricultura para desarrollar pequeños nodos agroindustriales en regiones apartadas del país para las pequeñas unidades productivas agropecuarias, que por lo general tienen menos de 5 hectáreas y están dispersas por la geografía colombiana. Esto no solo impulsaría la economía local, sino que también fortalecería la cadena productiva.
Junto con la marcada caída en el consumo, otro de los grandes desafíos que enfrenta el sector lácteo es la alta informalidad, que alcanza el 45% de la producción. Esta situación dificulta la implementación de estrategias estructurales que mejoren la competitividad del sector.