La reforma laboral que el Gobierno presentó al Congreso de la República en el primer semestre de 2023, no logró cumplir con el cronograma para pasar el primer debate en la primera legislatura, lo cual ha llevado a considerarla aplazada en lugar de hundida.
“En el balance legislativo del primer semestre, se destaca que, de los 25 proyectos presentados por el gobierno, sólo se aprobaron 11, lo que representa una tasa de aprobación del 44 %. Si bien esto evidencia una baja aprobación y una gestión deficiente, también muestra un equilibrio positivo en la democracia y el sistema de pesos y contrapesos, donde no todos los proyectos son aprobados sin mayores controles”, dijo Alejandro Escobar, gerente estratégico de Sectorial.co.
En cuanto a la reforma laboral, es importante comprender que su trámite aún se encuentra en proceso y existe la posibilidad de que se presente nuevamente en la segunda legislatura que inicia el 20 de julio. En esta etapa, el gobierno podría analizar y llegar a acuerdos para presentar una versión mejorada del proyecto.
De acuerdo con el más reciente reporte del Índice de Confianza Sectorial, diseñado por Sectorial.co para medir la percepción del futuro de las empresas en los próximos meses, se ha revelado una confianza disminuida en el primer trimestre de este año, alcanzando los 36,4 puntos.
Escobar explica que este nivel de confianza es similar a momentos críticos vividos anteriormente en la economía colombiana, como el aislamiento en 2020 y las protestas de mayo de 2021. Factores como la incertidumbre en el sector energético, la falta de certeza en el desarrollo de proyectos petroleros y la inversión en energías renovables, junto con la baja confianza en la economía global, han contribuido a este clima de desconfianza.
En este contexto, Sectorial.co considera que este no es el momento adecuado para impulsar una reforma laboral de las características propuestas. Se prevé que esta reforma genere un aumento en los costos laborales y tenga un impacto significativo en las empresas, especialmente en aquellas que no tienen una alta capacidad de inserción tecnológica y automatización. Además, la propuesta de reducir la jornada laboral de 48 a 42 horas semanales implica un aumento del costo laboral del 15 % y afectaría principalmente a las pequeñas y microempresas, que conforman el 98 % del tejido empresarial en Colombia.
Escobar reconoce que existen aspectos importantes a considerar en la reforma laboral, como la estabilidad laboral, la tercerización y la jornada de trabajo. Sin embargo, se enfatiza que la esencia de la reforma se centra en aspectos sindicales y estándares laborales. “Es fundamental encontrar un equilibrio que proteja los puestos de trabajo formales y, al mismo tiempo, brinde oportunidades en el sector informal, que representa la mayoría del empleo en el país”, dice el analista.
Se espera que, en el proceso de discusión y radicación de la reforma laboral, que está programada para el 20 de julio, se abra un espacio para el diálogo y la construcción de consensos, de manera que se puedan realizar ajustes que beneficien tanto al sector empresarial como a los trabajadores. Sectorial insta a considerar la coyuntura económica actual y a evaluar detenidamente el impacto de la reforma en la generación de empleo y el desarrollo empresarial del país.