Cada colombiano echa a la basura unos 24 kilos de plástico al año

Bogotá, junio de 2024. La contaminación por plásticos se ha convertido en una de las mayores crisis ambientales de nuestro tiempo, afectando tanto al medio ambiente como a la salud pública. Según Greenpeace Colombia, se estima que, en el país, anualmente se consumen 1.250.000 toneladas de plástico, con el 56% destinado a productos de un solo uso que terminan rápidamente en la basura. Esta situación no solo invade nuestras ciudades, sino que también contamina mares, ríos y manglares, amenazando la biodiversidad y exacerbando el cambio climático.

El uso excesivo de plásticos ha crecido exponencialmente, especialmente durante y después de la pandemia de COVID-19, cuando los hábitos de consumo cambiaron drásticamente. Hoy, el 54% de los plásticos que se producen en el país se destinan a empaques y envases para productos alimenticios, de higiene y aseo. Además, se estima que cada colombiano desecha aproximadamente 24 kilos al año, y el 74% de los envases acaba en rellenos sanitarios.

En medio de esta crisis, surgen soluciones innovadoras que prometen mitigar el impacto ambiental. Una de estas soluciones es el reciclaje químico, una tecnología avanzada que convierte residuos difíciles de reciclar en productos químicos básicos que pueden reutilizarse en la producción de nuevos plásticos, que pueden ser usados para la conservación y cuidado de los alimentos, por ejemplo.

Un ejemplo innovador es ChemCycling™, un desarrollo reciente de BASF, el gigante químico alemán, que transforma residuos plásticos en aceite de pirólisis. Este proceso permite la creación de nuevos plásticos a partir de residuos, promoviendo una economía circular y reduciendo la dependencia de recursos fósiles.

Ivan Petit, asesor de negocios químicos industriales de BASF Colombia, comenta: «Cómo industria buscamos una solución disruptiva que no solo aborda el problema de los residuos, sino que también ofrezca productos de calidad y permita continuar con algunas virtudes del plástico tradicional, cómo la protección y una mejora en la durabilidad de los alimentos. Desde la industria consideramos que es un paso crucial hacia un futuro más limpio y verde.»

En Colombia, la necesidad de soluciones sostenibles es urgente. Solo el 30% de los envases y empaques plásticos se reciclan, mientras que el resto contribuye a la contaminación. La adopción de estas innovaciones puede marcar una diferencia significativa, no solo reduciendo la cantidad de residuos plásticos, sino también promoviendo un modelo de economía circular que beneficia tanto al medio ambiente como a la industria.