El medio millón de empleos que, según empresarios y expertos, se iban a perder si se hubiera aprobado el proyecto de reforma laboral, se salvaron porque el Gobierno no logró las mayorías para su aprobación en primer debate en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes.
Ante esta situación los más de 2 millones de desempleados y los 11 millones de personas que laboran en la informalidad, es decir, que no cuentan con seguridad social (no aportan a salud, pensiones y ARL) esperan que las empresas generen más empleo ahora que no se les encarecerá los costos de contratar personal adicional.
En efecto, por ahora, al no ser aprobada la reforma, no habrá aumento de recargos nocturnos ni del pago de dominicales y festivos, tampoco se endurecerán las condiciones de despido de personal sin justa causa, y desaparece la incertidumbre que los empresarios han señalado como consecuencia de la probabilidad de que hubiera un cambio en el régimen laboral colombiano, en favor de quienes ya tienen un empleo y en contra de los informales y del 10,7% de colombianos que a abril pasado, no tenían trabajo.
Pero la reforma no ha recibido el golpe final. El presidente Gustavo Petro la puede presentar de nuevo en la legislatura que inicia el próximo 20 de julio.
Por su parte, las reformas a la salud y la pensional seguirán discutiéndose en el segundo semestre del presente año, gracias a que lograron ser aprobadas en primer debate en las sesiones que terminaron este martes 20 de junio.