Las fintech siguen ganando terreno como promotoras de la inclusión financiera en el país, bancarizando con sus créditos de bajo monto a poblaciones que antes no contaban con estos servicios.
Según una encuesta realizada a 500 personas en las principales ciudades del país, las entidades crediticias más recordadas y preferidas por los colombianos son las fintech, por su agilidad, la menor exigencia de requisitos y la rapidez en los desembolsos. El 35,4% de los encuestados usa créditos digitales varias veces al año y el 26,8% prefiere las plataformas digitales porque ofrecen mayor agilidad en el proceso, menos papeleo, desembolso rápido y más facilidades de pago, a diferencia de las entidades tradicionales de préstamos, que requieren traslados físicos y demasiados documentos.
Los resultados de la encuesta dejaron en evidencia el desconocimiento general que la gente tiene sobre las tasas de interés, pues se mantiene la creencia de que los métodos ilegales de crédito, como el gota a gota, tienen tasas de interés más bajas, algo que es totalmente falso. Ese tipo de préstamos no solamente son ilegales al no estar bajo la vigilancia de entidades reguladoras, sino que cobran intereses muy por encima de la tasa de usura, además de que en algunas ocasiones utilizan métodos de cobranza forzosos e intimidatorios.
Al ser consultados sobre la recordación que tienen de las distintas fintech de cŕeditos digitales del país, el 61% escogió a RapiCredit como primera opción. Le siguieron Nequi, con 60% y Sistecrédito con el 50%.
El 25% de los encuestados que reconocen las plataformas de préstamos digitales afirman haberlas usado y reportan haber tenido una muy buena experiencia. Un 40% dice conocer las plataformas, pero asegura que todavía no las han utilizado, lo que demuestra que este tipo de servicios aún tienen un largo camino por recorrer en su proceso de bancarizar a colombianos de todas las regiones del país.
Finalmente, respecto al destino que les dan a los recursos de crédito tramitados con fintech, la encuesta reveló que el 36,6% son usados para el pago de otras deudas, mientras que un 14,4% afirma que se utilizan para financiar gastos de educación, el 11,6% para pagos de arriendo y el 10,7% para ayudas en alimentación y mercado. Otros objetos comunes de destinación de crédito son: gastos para emprendimientos, gastos en los hijos, compras en tecnología y pagos en servicios públicos.