Los colombianos empezaron a sentir con fuerza el efecto negativo de las altas tasas de interés, aprobadas por la junta directiva del Banco de la República. Según cifras de TransUnion, al corte del primer trimestre de este año se registró una diminución de 21% en todos los productos crediticios, salvo en microcrédito, el cual se mantuvo estable.
Esta no es una mala noticia, pues lo que el Banco de la República busca con su actual tasa de interés del 13,25%, incluso superior a la inflación anual (12,82%), es que los ciudadanos reduzcan el gasto, dejen de endeudarse y contribuyan a frenar la inflación.
El mayor impacto se refleja en los nuevos préstamos hipotecarios y las tarjetas de crédito, con variaciones de -37% y -29%, respectivamente. En el caso de la financiación de vivienda, además de las altas tasas de interés, también fue impactada por la pausa en los subsidios gubernamentales al inicio del año, es decir, en el programa Mi Casa Ya, pero que fue reactivado recientemente.
Además, las entidades financieras también han empezado a tomar precauciones en el otorgamiento de tarjetas de crédito a personas con algún nivel de riesgo, para evitar complicaciones en la recuperación de la cartera. En el primer trimestre de 2022, el 15% de las de tarjetas de crédito fueron expedidas para consumidores con un puntaje de crédito por debajo del límite de riesgo, y en el primer trimestre de 2023 esta participación cayó al 11%. Esto podría estar relacionado con políticas crediticias más estrictas, en la medida que las entidades reducen su apetito de riesgo en el desafiante panorama macroeconómico actual.
Estos hallazgos están alineados con la más reciente encuesta de Consumer Pulse de TransUnion del primer trimestre de 2023, donde un menor porcentaje de consumidores indicó que planeaba solicitar un nuevo crédito en los próximos 12 meses (41%), frente al 42% del cuarto trimestre de 2022 y el 48% del primer trimestre de 2022). Los consumidores Millennials (nacidos entre 1980 y 1984) y de la Gen X (nacidos entre 1965 y 1979) muestran el mayor apetito por nuevos créditos (49% y 40%, respectivamente, en el primer trimestre de 2023, en comparación con el 47% y el 35%, respectivamente, en el cuarto trimestre de 2022). Por su parte, el porcentaje de consumidores de la Gen Z (nacidos entre 1995 y 2010) que planea solicitar un nuevo crédito disminuyó significativamente, del 45% en el cuarto trimestre de 2022 al 39% en el primer trimestre de 2023.
Esta disminución en la intención a aplicar a nuevos créditos refleja en gran medida el impacto de cuatro preocupaciones principales de los consumidores colombianos: inflación, desempleo, aumento de las tasas de interés y la posibilidad de una recesión. Las preocupaciones sobre el empleo y el aumento de las tasas de interés continúan ganando terreno, con un porcentaje importante de consumidores poniendo estas como sus principales preocupaciones en el primer trimestre de 2023 (48% y 47%, respectivamente).
En línea con estas preocupaciones, el estudio de TransUnion también mostró que los consumidores están tomando medidas como forma de preparase. El 74% está reduciendo sus gastos (en comparación con el 72% en el cuarto trimestre de 2022 y el 68% en el tercer trimestre de 2022). Al mismo tiempo, el 45% de los consumidores indicó que consideró solicitar un nuevo crédito o refinanciar un crédito existente, pero finalmente decidió no hacerlo. La razón más citada para abandonar su solicitud de crédito fue el alto costo del crédito (45%, en comparación con el 42% en el cuarto trimestre de 2022).
Deudores empeoran su calificación
La tasa de morosidad de 60 o más días a nivel de saldos se situó en 4,6 % en el primer trimestre de 2023, un aumento de 16 puntos básicos en comparación con el primer trimestre de 2022 y de 13 puntos básicos en comparación con el primer trimestre de 2020, antes de la pandemia.
También se observa un deterioro del porcentaje de obligaciones de crédito que pasan de una categoría de mora a otra más grave en el mes siguiente. Esto significa que hay una señal de mayor estrés financiero en los consumidores, ya que indican que más consumidores están teniendo dificultades para realizar sus pagos y menos de los consumidores en mora está pudiendo ponerse al día en sus cuotas vencidas. Esto sucede principalmente con las tarjetas de crédito y los préstamos de libre inversión.
“A medida que la economía y el mercado de crédito se desaceleran, las entidades deben estar preparados para un aumento en el riesgo de sus portafolios, con estrategias adecuadas de mantenimiento y cobranza”, señaló Virginia Olivella, directora senior de investigación y consultoría de TransUnion. “La identificación, el monitoreo y las medidas de control oportunas, equilibradas con un esfuerzo continuo para encontrar y financiar a los buenos consumidores, son esenciales para un buen manejo del riesgo y lograr crecimiento sostenido.”