Por fin, después de casi 100 días de soportar cientos de opiniones y debates de expertos, políticos, empresarios, médicos, profesionales y ciudadanos comunes y corrientes, el sector de la salud, un paciente prioritario en Colombia, salió ayer de la primera de cuatro cirugías. Por ahora, nadie puede decir que lo aprobado la noche del martes 23 de mayo será la última palabra sobre el tema, ya que el texto debe ser sometido a la prueba ácida de 3 debates adicionales.
El revolcón que lleva la delantera en su trámite en el Legislativo tiene con los pelos de punta a muchos de los protagonistas del debate, porque consideran que el tira y afloje dejó un sabor más agrio que dulce para el sistema de salud en Colombia.
En opinión de algunos, el texto avalado en la Cámara implica el marchitamiento de las EPS, pues las condiciones fijadas para convertirlas en gestoras de salud son complejas. Además, la medicina prepagada entra en vía de extinción, porque se acaba la complementariedad del sistema. Además, todos los colombianos tendrán que acudir al Centro de Atención Primaria más cercano a su residencia, y no podrán escoger la opción de ser atendidos por un servicio privado.
También pasó el artículo que indica que el sistema preventivo, predictivo y resolutivo se fundamenta en atención primaria en salud universal y el artículo que crea las Unidades Zonales de Planeación y Evaluación en Salud del orden departamental y distrital. Igualmente, fue autorizada la coordinación departamental o distrital de las Redes Integrales e Integradas de Servicios de Salud (RIISS), que tendrán que responder a los requerimientos de los Centros de Atención Primaria en Salud, así como administrar el sistema de referencia y contrarreferencia.
Respecto a las facultades que el proyecto planteaba para que el presidente Gustavo Petro tomara decisiones en torno al sector, solo fue aprobada una que le permite dictar disposiciones para capitalizar a la Nueva EPS, empresa de capital estatal.
Una de las grandes preocupaciones de algunos sectores es que el texto no contempla un periodo de transición al nuevo sistema, lo cual puede generar caos den la prestación de los servicios tan pronto entre en vigencia la ley, si pasa como está en los tres debates restantes en el Congreso.
También se dice que el texto aprobado en el primer debate en la Cámara implica el regreso al viejo sistema del Seguro Social, una entidad pública que fue liquidada en 2012, luego de un largo periodo de ineficiencia y agonía.