Constructores, compradores y proveedores colombianos de vivienda tienen varios problemas en común: incertidumbre, altas tasas de interés, poco acceso a áreas urbanas nuevas para ejecutar proyectos, escases de recursos del gobierno para impulsar la VIS y cada vez menos posibilidades de contar con servicios públicos y vías, en sus municipios.
En eso coincidieron los panelistas asistentes al reciente panel sobre Vivienda y Desarrollo Urbano regional, realizado por la Asociación de Empresarios de la Sabana (Aesabana), en el Centro de Convenciones de la Universidad de la Sabana, en Chía (Cundinamarca).
Sin embargo, el viceministro de Vivienda, Felipe Arbouin, aseguró que el Gobierno avanza en la solución de estas dificultades, con el objetivo de convertir al sector en un dinamizador de la economía.
Al cierre del evento, los panelistas se comprometieron a trabajar unidos, para solucionar los cuellos de botella y propiciar el aterrizaje de la construcción de Vivienda de Interés Social (VIS), actividad que, según las cifras de Camacol, se ‘cayó de la nube en que andaba’.