Bogotá, 26 de abril de 2024. La transición a las energías renovables está ocurriendo a un ritmo mucho más rápido de lo anticipado, al tiempo que los cambios en el sistema energético han alcanzado un impulso crucial y continuarán acelerándose durante la próxima década. Esa es una de las conclusiones del informe ‘Si cada transición energética es diferente, ¿qué rumbo acelerará el tuyo?’ elaborado por EY.
El modelo de cuatro palancas clave (avance tecnológico, disponibilidad de productos básicos, participación del consumidor y políticas gubernamentales) y su impacto en 52 tecnologías, resaltan la complejidad y la diversidad de los cambios futuros.
Además, predice que, a nivel global, la energía verde dominará la generación de electricidad para 2038 y constituirá el +60% de la matriz de energía para 2050. Sin embargo, la velocidad de cambio actual todavía no es suficiente para mantener el calentamiento global en la meta de 1,5 grados Celsius y se requiere una aceleración adicional.
Incremento de inversión
Por otro lado, el informe de EY pronostica que se requerirá una inversión anual estimada de US$ 4,1 billones de dólares (más de 15 billones de pesos) en tecnologías de transición bajas en carbono y en infraestructura de energía para 2050, es decir, cuatro veces los niveles actuales.
Y, a medida que se acelera la transición energética, el ritmo del cambio tendrá importantes implicaciones para nuestro sistema energético y para las empresas energéticas y de recursos.
El informe señala destaca ocho puntos a considerar:
- Dominio de las energías renovables: la solar y la eólica proliferan más rápido de lo previsto.
- (Casi) todo está electrificado: las nuevas tecnologías de consumo y la industrial impulsarán la demanda de electricidad a 2050.
- Petróleo y gas serán “verdes”: los hidrocarburos seguirán con nosotros por más tiempo, por lo que transformarlos en más amigables con el medio ambiente es una prioridad.
- Localización de la energía: el 62% de la electricidad vendrá de fuentes renovables locales hacia 2050.
- Redes hiperinteligentes y flexibles: para evitar los cortes de suministro se necesita ampliar las redes eléctricas e integrar la flexibilidad inteligente.
- Consumidores toman la iniciativa: la energía limpia debe ser más barata y mejor para que la gente y las empresas la prefieran.
- Se redefinen las cadenas de suministro: habrá un crecimiento en la demanda del litio de 910% hacia 2050
- Integración de activos antiguos y nuevos: se necesita un incremento de inversión anual de 300% en tecnologías bajas en carbono hacia 2050.