Más de 600 personas se quedaron sin trabajo desde ayer, tras el anuncio del cierre de la planta de ensamblaje de vehículos Chevrolet, ubicada en el sur de Bogotá, después de 68 años de operaciones en el país. La compañía aseguró que el desmonte de los equipos se realizará con una nómina de personal reducida.
La empresa no se irá del país, sino que se transformará, convirtiéndose en una importadora y distribuidora de vehículos nuevos.
Todo indica que la decisión fue adoptada tras la reducción del mercado nacional de autos nuevos (automóviles y camiones), lo que hace que el negocio de ensamblar no sea rentable.
La información suministrada por Asopartes a los medios de comunicación, revela que hay un compromiso para mantener el abastecimiento de repuestos para los vehículos Chevrolet, al igual que el servicio posventa, si se tiene en cuenta que la marca no saldrá del país.
El Ministerio del Trabajo hizo una llamado a la empresa a cumplir con las normas laborales y a no presionar la decisión de los trabajadores a acogerse a planes de retiro voluntario.