Algunos gremios esperan crecimiento del PIB de 1,2% e inflación de 5,55% en 2024

Bogotá, marzo 15 de 2024.  La economía colombiana cerrará este año con un crecimiento promedio de 1,2 %, según los pronósticos de los centros de investigaciones económicas que intervinieron en el “Análisis sectorial: retos para la economía 2024”, organizado por la comisionista de bolsa Acciones & Valores y la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario.

Según los analistas de la Asociación Bancaria de Colombia (Asobancaria), la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), la Asociación Colombiana de Minería (Asominería), Acciones & Valores y la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario, este 2024 pasará a la historia como el año de la transición económica hacia el regreso a un periodo de estabilidad y de recuperación gradual.

La preocupación común: la inflación y la ‘cruz a cuestas’ que lleva el Banco de la República para que este indicador regrese a su meta este año, lo que a su vez impide que las tasas de interés disminuyan a una mayor velocidad, para que empiecen a empujar la reactivación del consumo y la actividad productiva.

Tasas no bajarán al mismo ritmo de la inflación

Wilson Tovar, gerente de Investigaciones Económicas de Acciones & Valores, destacó que el mundo está esperando que la inflación caiga, pero las cosas no son tan claras, y los bancos centrales siguen manteniendo tasas de referencia altas.

Mencionó que “por fortuna, la inflación está bajando, aunque en países desarrollados todavía no es tan claro… luego de los altos costos financieros, la economía se está enfriando, pero nos está llevando a debatir si habrá o no un hard landing. En efecto, los aumentos de productividad y avances de la digitalización de la economía empiezan a dar frutos, mientras se agota el exceso del ahorro alcanzado en la pandemia e impulsado por la política fiscal expansiva” y, sobre esto, hace una crítica a las economías latinoamericanas tras señalar que “el mundo está pensando en productividad y avances tecnológicos y nos estamos quedando atrás”.

Se refirió a que el no salir de la oficina durante la pandemia nos ayudó a acumular ahorro que impulsó el consumo; ahora, venimos de una inflación que complicó al mundo y tuvimos que incrementar las tasas de interés, lo que comprime la demanda… la gente piensa dos veces antes de salir a comprar”. Como mensaje concluyente dice que “para hablar de reforma tributaria, generar subsidios y reducir pobreza necesitamos recuperar el crecimiento de la economía y bajarle la polarización”. En el contexto global, hizo

énfasis en que en el horizonte se atraviesa el conflicto en medio oriente, lo que complica las expectativas del precio del petróleo y las cadenas de suministro y, por tanto, la tarea de los bancos centrales sobre la reducción de la tasa de interés.

Oportunidades en minería

Sebastián Martínez, director de Investigaciones Económicas de la Asociación Colombiana de Minería (ACM), manifestó que nadie duda de la importancia de la minería en la transición y defiende esta idea, diciendo que la minería es fundamental en el proceso de transición energética.

Mencionó tres grandes elementos que marcan al sector de la minería a nivel nacional e internacional este año: la oferta insuficiente de minerales estratégicos, la búsqueda de soberanía sobre el desarrollo de minerales y realizar una minería sostenible. 

En efecto, más allá del deseo, comenta que la inquietud real es de dónde van a salir esos minerales. En un panorama macro, se observa una concentración en la explotación de los minerales importantes, como el cobre, níquel, litio, entre otros, en países como Rusia, China y algunos latinoamericanos, como Chile.

Destacó que resulta dudoso el papel de Colombia en la participación con estos minerales y nos debería poner a pensar cuáles serán las estrategias hacia adelante. Por el momento, se sabe que el carbón seguirá siendo un jugador muy importante de la generación energética global, pero otros minerales serán importantes para la transición energética y si queremos avanzar hacia otras rutas, se deben hacer políticas agresivas para que esos minerales crezcan en la matriz energética.