Si bien el dato de inflación de enero publicado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), y que da cuenta de una nueva reducción al 8,35% anual, es una señal de un menor incremento en el costo de la canasta familiar, las amenazas aún persisten.
Así lo destaca el gerente de Investigaciones Económicas de Acciones & Valores, Wilson Tovar, tras afirmar que el dato está alineado con las expectativas del mercado y no cambia nuestra expectativa de cierre de 5,88% al finalizar 2024.
“A pesar de que las expectativas de inflación se están reajustando, no somos tan optimistas de que el Banco de la República le ponga acelerador a la reducción en la tasa de interés, que hoy se ubica en 12,75%. A medida que la incertidumbre sobre los efectos del fenómeno del niño persiste y el nivel de endeudamiento de los colombianos sigue elevado, seguramente veremos que la postura de cautela de la más reciente junta del banco central se mantendrá,”, afirmó tras pronosticar que en el próximo encuentro bajaría la tasa hasta 50 puntos básicos.
A partir de esta expectativa el equipo de investigaciones de Acciones & Valores no es optimista frente a una fuerte recuperación tanto del consumo, como de la demanda de crédito, que siguen afectadas principalmente por las altas tasas de interés y la incertidumbre política que siguen pasándole cuenta de cobro a la economía colombiana.
¿De qué hay que estar atentos?
- La inflación ocasionada por el precio de la energía, que a su turno depende de la evolución del fenómeno del niño, que aún es incierta. En febrero hay que estar atentos a la inflación generada por los gastos educativos.
- Los avances en la aprobación de las reformas económicas que propone el gobierno, con un foco especial en la propuesta de la nueva reforma tributaria.
- La ejecución presupuestal y la destinación del gasto del gobierno nacional.
- La evolución del riesgo país, que desde finales de diciembre hasta ahora se ha incrementado 17%.
- La evolución del precio del petróleo, que se cotiza en un promedio de USD81 en la referencia Brent.
- La intensificación del conflicto en medio oriente y su presión en las cadenas globales de valor.
- La incertidumbre electoral en cerca de 40 países y en especial, las elecciones presidenciales de Estados Unidos y el efecto Trump sobre la inmigración, que terminaría afectando la dinámica de las remesas de los trabajadores.
- La evolución de la crisis del sector inmobiliario en china y su impacto en la economía global.