Hacia 2030, Colombia tendría hidrógeno disponible para atender la creciente demanda de este tipo de energía limpia, usada en el transporte terrestre, aéreo, marítimo y férreo, y responder al plan de transición energética, que permita reemplazar los combustibles fósiles.
“La transición en el sector transporte es importante analizarla desde cada uno de los tipos de movilidad: terrestre, aérea y marítima, en donde para cada subsector será necesario establecer una hoja de ruta que permita hacer la transición. Todo esto va acompañado de un cambio de paradigma, desde cómo nos transportamos en las ciudades, hasta cómo construimos nueva infraestructura y desarrollamos tecnologías para el uso de nuevos combustibles como el hidrógeno” señaló Mónica Gasca Rojas, directora Ejecutiva de la Asociación Colombiana de Hidrógeno.
De acuerdo con la Asociación, la totalidad del sector transporte deberá pasar por esta transformación, logrando que los vehículos sean cero emisiones, y uno de los pasos más importantes dentro del proceso se dará en el subsector de carga pesada de largas distancias. “Este sector es intensivo en consumo energético, razón por la cual su descarbonización por medio de tecnologías convencionales como los vehículos eléctricos a baterías presenta retos importantes. Por otro lado, mediante derivados del hidrógeno como el metanol y los combustibles sintéticos será posible descarbonizar los demás segmentos del transporte como el marítimo y el aéreo” agregó Gasca Rojas.
Los desarrollos por parte de los fabricantes de vehículos ya han avanzado en este sentido, incluso en Colombia ya se tienen tres vehículos que funcionan con hidrógeno. Sin embargo, para lograr una verdadera transición aún hay un camino largo, pasando por comenzar a promover los puntos clave donde el transporte basado en hidrógeno puede ser adoptado en etapas tempranas. En paralelo, se debe potenciar la construcción de infraestructura de recarga que responda a las necesidades particulares que se vayan identificando en la operación de estos vehículos, así como desarrollar toda una cadena de suministro en relación con el hidrógeno y a los servicios y productos complementarios que se requieren, tales como repuestos y mantenimiento de los vehículos.
Por ahora el país debe continuar el trabajo iniciado para sacar adelante los 28 proyectos que la Asociación Colombiana de Hidrógeno identificó tras el desarrollo de una labor de evaluación y análisis realizada con sus asociados, las empresas del sector, e interesados en la cadena de valor del hidrógeno.
“Los proyectos se encuentran actualmente en diferentes fases de desarrollo y están enfocados al uso del hidrogeno para descarbonizar diferentes sectores de la economía entre ellos el transporte, el cual según la Hoja de Ruta del Hidrógeno es el llamado a dar el primer paso en la adopción de este nuevo combustible como vector de descarbonización” puntualizó la directora de la Asociación.
Sobre el Hidrógeno
El hidrógeno se puede producir a partir de fuentes fósiles o fuentes renovables. Históricamente hemos producido hidrógeno a partir de combustibles fósiles, lo cual ha provocado que se emitan cantidades considerables de CO2 a la atmósfera. El cambio de paradigma consiste en modificar dichas fuentes fósiles por fuentes renovables como la energía eólica, solar, hidroeléctrica, biomasa, entre otras.
Existe toda una paleta de colores por medio de la cual se clasifica el hidrógeno; sin embargo, toda esta variedad puede resumirse en 4 tipos:
–Hidrógeno Fósil (gris): Hace uso de combustibles fósiles para su producción.
–Hidrógeno Fósil con captura de CO2 (azul): Hace uso de combustibles fósiles, pero se captura el CO2 que se emite.
–Hidrógeno Renovable (verde): se produce a partir de energía renovable o materias primas renovables como la biomasa.
–Hidrógeno Natural (blanco): Se encuentra en yacimientos naturales como los demás hidrocarburos.