Bogotá, enero 29 de 2025. Quienes aseguran que los productores de café, en Colombia, están viviendo una bonanza, gracias a los buenos precios del grano, están equivocados.
En efecto, a los casi 600.000 cultivadores nacionales de nada les sirve que el precio esté en niveles históricos, si no tienen producto para vender, porque en estos momentos no hay cosecha, pues esta solo llegará en abril y mayo próximos, especialmente en la zona del nuevo eje cafetero, es decir, en Huila, Cauca, Tolima y Nariño, donde se recogerá la denominada cosecha de mitaca.
Por ahora, los beneficiados con las altas cotizaciones registradas en el mercado interno (2’905.000 la carga de 125 kilos, de la calidad seco de trilla) y en el externo, de 3,66 dólares la libra en la Bolsa de Nueva York, se están quedando en los bolsillos de los comercializadores nacionales, las tostadoras internacionales y las cadenas que venden la bebida al público, y que tienen guardado buena parte del inventario acumulado en la pasada cosecha, que en Colombia se recolectó en los meses de octubre y noviembre, pero que ya no está en poder de quienes lo cultivan.
Sin embargo, este beneficio llega tangencialmente a los productores, por el lado de la cadena Juan Valdez, la cual genera utilidades que contribuyen a fortalecer económicamente a la Federación Nacional de Cafeteros, gremio al que pertenece buena parte de los cultivadores del país.
El buen momento inició en 2024
Los cafeteros colombianos se beneficiaron en 2024 con la tendencia alcista, ya que permitió vender el grano nacional a un mejor precio, aunque no a los niveles actuales. Es más, los productores locales no solamente recibieron más dinero por su café, sino por el mayor volumen de producción, al regresar a una cosecha total de 14 millones de sacos, los cuales se comercializaron a precios que rondaron los 2 millones de pesos la carga, mientras que los costos de producción se calculan en 1,5 millones de pesos.
De hecho, el café fue el producto que más contribuyó al crecimiento de la economía colombiana en 2024, cuyo dato definitivo aún no se conoce, aunque los pronósticos de los analistas indican que el PIB debe haber cerrado con un aumento de entre 1,6 y 1,9%.