Bogotá, enero 2 de 2024. El año inicia con dos muy buenas noticias para los colombianos. Bajará la inflación y disminuirán las tasas de interés. En otras palabras, de entrada, la economía del 2024 pinta mejor que la del año que acaba de terminar.
Todo indica que los asalariados mejorarán su capacidad de compra, porque, en el caso de quienes devengan el mínimo, en 2024 tendrán un incremento del 12%, frente a una inflación proyectada por el Banco de la República en 6,4%, es decir que en la medida en que los meses pasan, el salario sigue siendo el mismo, mientras que el valor real de sus gastos básicos disminuye porque los precios de los productos de la canasta familiar bajan.
A su turno, si la inflación se reduce, el Banco de la República continuará disminuyendo su tasa de interés de referencia, y esto les permite a las personas acceder a créditos más baratos, tanto para consumo como para adquisición de bienes durables, especialmente vivienda, y otras necesidades claves tales como financiamiento de la educación y proyectos de inversión o emprendimientos.
Dos variables claves
Y es que la inflación y la tasas de interés son las dos variables macro más importantes de la economía, porque de ellas depende la actividad productiva, es decir, el ritmo de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). Si los precios de los productos y los servicios (la inflación) bajan, las tasas también disminuyen, las empresas invierten más, los consumidores aumentan la demanda de productos, el empleo mejora y se configura un círculo virtuoso (positivo), que contribuye a mejorar las condiciones financieras de los hogares.
En consecuencia, tanto la inflación como las tasas de interés serán fundamentales en la recuperación de la economía colombiana en el 2024 y, hasta ahora, todo indica que los astros están alineados para que a la economía colombiana le vaya mejor este año que en 2023.
Como la expectativa de tasas e inflación es a la baja en ambos casos, la recomendación es que la gente empiece a desempolvar los proyectos que tuvieron que engavetar porque el crédito estaba muy caro, y retomar sus iniciativas para ejecutarlas en el segundo semestre de este año, cuando las condiciones serán más favorables.
Ojo con el dólar
En las anteriores condiciones, el precio del dólar tendería a subir en un par de meses, si la inflación sigue cediendo terreno, y si el Banco de la República sigue bajando su tasa de interés.
Si esto sucede, Colombia pierde atractivo para los inversionistas internacionales, porque con tasas de interés bajas prefieren invertir sus recursos en economías que ofrezcan mejores rendimientos. Eso hace que se lleven sus dólares a otra parte, y de esa manera disminuye la oferta de la moneda estadounidense en Colombia, con lo cual el precio sube.
Sin embargo, todo dependerá del rumbo que tomen las tasas de interés en Estados Unidos. Si la Reserva Federal las disminuye, el dólar en Colombia mantendrá su tendencia descendente o al menos se estabilizarán en los actuales niveles, entre $3.800 y $3.900.
En conclusión, el rumbo del precio del dólar en Colombia, dependerá de la diferencia entre las tasas de interés de los dos países, que hoy están de la siguiente manera: